martes, enero 30, 2007

EL IPOD ME AISLA

Desde la llegada del Ipod a mi rutina, he cambiado un poco. No se si para bien o para mal, el caso es que me ha aislado.

Aunque no suelo ser platicador, en el tren de vez en cuando intercambiaba opiniones con distinta gente. No se las razones, pero principalemente con gente negra. Suelen ser amables y platicadores. De lo que sea, del clima, del servicio del tren, incluso me han preguntado de mis lecturas y de mi país de origen.

Sin embargo, con el Ipod prendido siempre, ya no. Me concentro en mis lecturas y me olvido de lo demás, al grado de que un par de veces me he pasado de la estación a donde voy. Por lo general escucho música en inglés o instrumental. Escuchar a Fito Páez o a Soda Stereo, por ejemplo, me distrae y me complica la lectura.

Otro cambio que he tenido es que he dejado de leer el periódico. Cada mañana tomaba en la estación el periódico Quick..uno de los mejores periódicos que he encontrado. Hace tiempo hable de él. Se trata de un periódico que es parte del Dallas Morning News...pero mucho más resumido y relajado. Terminas de leerlo en media hora por completo y sabes lo que sucedió en la ciudad y el país. Hasta un par de notas sobre Tijuana he encontrado ahí.

Pero ahora que me subo al tren, me dedico a leer alguna novela y dejo de lado el periódico. Me imagino que tendré que encontrarle otro tiempo.

jueves, enero 25, 2007

PATERNIDAD

No imagino el mundo, mi mundo, sin un hijo. Será culpa de mi educación católica, posiblemente. Pero desde muy joven supe que quería tener hijos, me parecía un punto fundamental. Desde hace cuatro años tengo uno y me cambió la vida. Quienes me conocen saben la forma en que me transformó. Internamente, con ese tipo de cosas que no se pueden explicar, mi vida dio una revolución.
Aquí en Estados Unidos y me imagino que en lo general en el mundo, la idea de tener hijos se ve cada vez más como opcional. Para mi no, siempre lo ví como algo obligatorio, lógico. Conozco amigos que no desean tener hijos. Parejas establecidas que no tienen la menor intención de formar una familia (concepto católico totalmente). Me ha costado trabajo entenderlo, sobre todo porque no se trata de un asunto económico totalmente o afectivo.

Y voy a donde quería llegar.

No entiendo que sustituyan la paternidad por un perro. Y conste, no hablo de casos como en Tijuana, donde se tiene un perro y ya. No. Aquí un perro es un perro, con derechos, con lujos. Uno de mis compañeros de trabajo acaba de pagar mil dólares hace un mes por el tratamiento para su perro. Mil dólares por curar a un perro que sufría algún problema estomacal. No es el único, hay quien le compra nieve a su perro (nieve especial hecha exclusivamente para perros y vendida en tiendas especialmente para postres de perros). Ahora la ciudad de Dallas ha decidido aprobar una petición para que se permita la entrada de perros a algunos restaurantes. Obviamente eso incluye poder ordenar comida para el perro. Hace un par de días anunciaron la venta de cerveza para perro.

La cultura de los perros se ha vuelto en mucho moda. Pero en otras está incorporado al estilo de vida. El fin de semana salimos a ver casas. Al menos 10 personas estaban caminando con sus perros por las calles. Muchas de ellas con bolsitas de plástico en la mano para recoger los recuerdos del perro. Existe ya un protocolo para tener y convivir con perros. Es demasiado.

Para mi un perro es bueno para una casa, es una compañía, es un animal al que se le puede tener cariño, pero finalmente es un perro. Tu vida no puede girar en torno a ese animal. Y por eso digo que no tener un hijo no es una decisión económica o sentimental. Estas personas gastan mucho en sus perros, los adoran.

Y no falta quien diga que lo quiere como a un hijo. Ahí es cuando me rio un poco y me reservo decirles que no tienen idea de lo que hablan.

El asunto es que para cuando tenga la casa y quiera un perro, me imagino que tendré que pasar un proceso similar a los trámites de adopción.

miércoles, enero 24, 2007

Saudade...

Hace un rato terminé de leer la novela de Murakami. No se cómo explicar la sensación que me queda.

Hay un cierto vacío, tristeza..eso que llaman Saudade... una melancolía extraña que no es enteramente negativa pues tiene un poco de gusto. Tiene un toque deprimentemente adictivo. Una nostalgia. Demasiados adjetivos para intentar explicar una sensación de pérdida, que aunque levemente dolorosa, es una pérdida que te permite sentir que estas vivo. Una ironía.

Un poco similar a las razones por las que disfruto el frio sobre mi rostro.

Esa punzada, narrada con sencillez, va entrando página a página. Los japonenes circulan a una revolución distinta. La novela se lee rápido. Fue más por trabajo por lo que no pude terminarla. Muchos dicen que hay novelas que uno no quiere terminar por ser tan buenas. En mi caso es raro que reaccione así. Una buena novela me obliga a aventar muchas cosas, pasarme estaciones de tren. Se que vendrá después otra novela buena.

Me atrae Murakami y tengo planeado comprar otra novela de él.

Sin embargo, por lo pronto tendré antes que llegarle a Ian McEwan y su novela Amsterdam.

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"Hace tiempo, cuando se estreno Grupo Salvaje, de Sam Peckinpah, en la rueda de prensa una periodista alzó la mano y preguntó en tono inquisitivo: ¿Qué necesidad creen que hay de mostrar tanta sangre? Ernest Borgnine, uno de los actores, respondió con aire perplejo: Pero, señora, es que cuando te disparan, sangras. La película se filmó en plena época de Vietnam.
Me gusta esta frase. Posiblemente sea uno de los principios básicos de la realidad. Aceptar las cosas difíciles de desentrañar como cosas difíciles de desentrañar, aceptar el hecho de sangrar. Disparar y sangrar".

HARUKI MURAKAMI. SPUTNIK, MI AMOR.

viernes, enero 19, 2007

Aprendizajes culturales

Trabajar en una oficina como la que trabajo me ha hecho aprender mucho. Quizás sea un aprendizaje lento, poco claro en un principio, pero aprendizaje al fin.

Una de las cosas donde ha cambiado más mi visión es la relacionada con la mullticulturalidad. Ya antes he mencionado que en la oficina se encuentra de todo: guatemaltecos, venezolanos, gringos, cubanos, puertoriqueños. Cada quien con sus traumas y fobias culturales. Pero el simple contacto te hace abrir horizontes y bajar la guardia en busca de entender/aprender.

Y no se trata solamente de un asunto idiomático, sin a veces brechas ideológicas que en la dinámica diaria no importan, quizá a que todos estamos de alguna forma tamizados por la cultura gringa en la que vivimos.

Dentro de esa confrontación cultural, me brota muy seguido la "tijuanidad". Me brota en contraposición de lo que es la mexicanidad. No se trata de que sea mas americanizado. es sólo que hay una diferencia que encuentro con el perfil de otros mexicanos, principalmente del centro del país (DF, Puebla, Edomex, etc).

Quise pensar en un primer momento que se trataba de un asunto de centro contra frontera, pero igual los tamaulipecos que he conocido son distintos.

jueves, enero 18, 2007

Lecturas

Como antes platique, la lectura me da por rachas. entro en ritmo, leo varias novelas y luego me vuelvo a meter en la dinámica del trabajo y lo olvido. Mi principal problema es que me gusta leer en casa pero no encuentro lugar ni momento. Hasta ahora, el tren me ha dado espacios de buena lectura. Además ahora lo acompañare de música de fondo.

Espero empezar una nueva racha. De entrada había pedido desde la semana pasada un par de libros. Uno de Hakuri Murakami y otro de Ian McEwan.

Por ahí encontré comentarios acerca de novelas de Murakami. Hace algunos meses había leído creo que en el blog de una de las gemelas Arreola referencias y me quedé con la duda. Hace unos días vi una reseña de Daniel Salinas.

A principios de esta semana me llegó Sputnik, Mi Amor. Desconozco de cuándo es esta novela. Por cuestiones climatológicas no había abierto la caja de Amazon. Hoy lo abrí y con el primer párrafo supe que lo leeré rápido. Tiene un ritmo que engancha.



"A los veintidós años, en primavera, Sumire se enamoró por primera vez. Fue un amor violento como un tornado que barre en línea recta una vasta llanura. Un amor que lo derribó todo a su paso, que lo succionó todo hacia el cielo en su torbellino, que lo descuartizó todo en un arranque de locura, que lo machacó todo por completo. Y, sin que su furia amainara un ápice, barrió el océano, arrasó sin misericordia las ruinas de Angkor Vat, calcinó con su fuego las selvas de la India repletas de manadas de desafortunados tigres y, convertido en tempestad de arena del desierto persa, sepultó alguna exótica ciudad amurallada. Fue un amor glorioso, monumental. La persona de quien Sumire se enamoró era diecisiete años mayor que ella, estaba casada. Y debo añadir que era una mujer. Aquí empezó todo y aquí acabó (casi) todo."

SPUTNIK, MI AMOR. HAKURI MURAKAMI

sábado, enero 13, 2007

Piinche Frio


Me dicen que en Tijuana hace frio. Mucho. La Rumorosa como siempre se ha nevado. Lo mismo Tecate. Me dicen también que hay reportes en la radio que hablan de pequeñas nevadas, congelamientos, en algunas colonias de Tijuana. La verdad no me lo imagino. Es tan atípico.

El principal problema es que la gente no está acostumbrada. Peor aún, no está preparada para enfrentar el frio.

Dallas no se queda atrás. Estamos a -1 grados. Esa misma temperatura será la máxima de mañana, teniendo como mínima -6 grados. Jamás había sentido tanto frio. Bueno, sentido es un decir, ya que estoy expuesto a ese frio 15 minutos a lo máximo. Los únicos momentos en que tengo que estar afuera es mientras tomo el tren. Cuando voy al mercado o a algún otra tienda. Sin embargo es un frio calador, de esos que en minutos te parten los labios. En la oficina y en la casa estamos bajo la calefacción.

Quizás es el clima a lo que nos hemos tenido que acostumbrar más. No tanto porque no lo aguantemos, sino por lo que significa en la vida diaria. En Tijuana llovía y tratabas de no salir de la casa porque la ciudad era un desmadre. Aquí lleva lloviendo tres días y ahorita empezó a granizar. Será cuestión de horas en que se convierta en nieve.

Tres días y las calles de la ciudad están como si nada. El primer día decidimos no salir mucho, pero no parece detenerse y la gente aquí no deja de hacer cosas por el clima.

TRENES
Víctima de la tormenta del viernes, el tren se detuvo justo antes de entrar al túnel. El conductor nos avisó que habían perdido energía justo a partir de ahí y hasta poco antes de mi destino. Esto sucedió en la estación de tren más complicada, ya que la central de transferencia de autobuses está a cuatro cuadras. Se dio además en el peor momento, justo cuando iniciaba un chubasco.

Así, empapado, salí a buscar al supuesto camión especial que nos llevaría a recuperar el tren en las estaciones en servicio. Un viaje de 20 minutos se convirtió en una travesía de 2 horas y media. Llegué completamente empapado. La mochila por suerte no permitió que el agua entrara y fregara la computadora. La chamarra a su vez logró mantener seco el celular. Y gracias a eso también pude mantener seco el IPod, al cual le he sacado mucho provecho, aunque sigo bajando canciones al por mayor buscando ponerme al tanto de lo nuevo y no tan nuevo.

viernes, enero 05, 2007

Espaldas mojadas

Cada semana, al menos tenía una nota sobre los migrantes. Había veces que llegaba a escribir cuatro o cinco, dependiendo de lo caliente del tema y de las fechas. En diciembre era de ley escribir. La Casa del Migrante se convertía en una parada obligatoria, sacar cifras anuales de migrantes, historias de frustración, etcétera. Además, era cuestión de esperar el correo de Claudia Smith o Enrique Morones. Eso sí siempre con las mismas declaraciones, los mismos datos, los mismos reclamos. No había originalidad, como no había - pensaba yo - originalidad en el problema en sí.

Pues bien, despues de tantos años en la reporteada, pensé que manejaba el tema, que era capaz de hablar y discutir sobre el tema. Pensé que lo sabía todo y me doy cuenta que no sabía nada. Un simple hecho, una simple historia me tiró de pronto esa visión de periódico.

En el tiempo que tenemos de vivir acá, poco más de un año, solamente hemos hecho unos amigos. Bueno, tengo amigos en el trabajo, pero amistad de fuera sólo ellos. Es una pareja de Tampico. Con un hijo de la misma edad que el Nemo. La relación empezó por la mamá del Nemo y me cayeron bien. Chambeadores. Indocumentados. Pero con varios años aquí. Recientemente fueron padres de nuevo. Recuerdo una llamada que recibimos de ellos un día. Estaban celebrando, gritando de emoción cuando el Senado gringo votó a favor de una reforma medio parchadona y rara migratoria. Me llamó la atención. Nunca había convivido tan de cerca con el problema de la migración indocumentada. Las cosas pintaban bien y de pronto cambió.

En pocas semanas se soltó la persecusión. En los noticieros, en los periódicos, pero sobre todo, de boca en boca, se dio cuenta de miles de migrantes detenidos en redadas en fábricas. Y de ahí la paranoia y el miedo. Dejaron de ir a Walmart. El rumor de que de pronto realizarían redadas ahí creció. Compraban el mandado en la madrugada, en tiendas que abrieran 24 horas. No salían excepto lo necesario. El miedo ahí, siempre presente. Sin saber si al salir de tu casa volverías a ella o algún amigo o familiar se encargaría de empacar todo y mandártelo en mudanza a México si te deportaran.

Valen madre las cifras, las historias de cerca son las que impactan. Sus amigos, también sin papeles, estaban en la misma situación. Y el miedo paraliza. Ahora parece que se regresan. Al menos ella con los niños. El seguirá chambeando y mandando dinero. Suena a una historia común, recurrente. Y lo es, una más, que me toca ver a mi de cerca sin saber qué decir.