lunes, agosto 20, 2007

La pequeña angustia

Recuerdo que fue días después de nacido. No sería más de una semana y yo tenía que irme a trabajar, dejando al Nemo enfermo. Desde ese momento - quizás alguien que no tiene hijos no lo entienda - se abrió en mí una sensación de angustia. Un pequeño dolor, una espinita, permanente. No volví a estar tranquilo. Y así, a cada momento me acordaba de él y me preguntaba como estaría. Me preocupaba que estuviera bien, que no le pasara nada. No pocas veces hablé por teléfono para preguntar su condición.
Recuerdo que le pregunte a mi abuela que si cuándo se quitaba esa sensación. Y se rió y me dijo que nunca. Que aun ella en esos momento, sobre todo antes de dormir, se preguntaba cómo estarán sus hijos.

Hoy fue el primer día de guardería de Ben10. La mamá sufrió. Yo me sentí angustiado desde el primer minuto. Al Nemo le tocó ir a la escuela cuando tenía tres años aquí en Dallas. Antes de eso su mamá y mi suegra después lo cuidaron. Ahora tuvimos que dejar a Ben10 antes de cumplir dos meses. Me da tristeza, no puedo evitarlo. Me da tristeza que tenga que crecer, que pasar muchisimas horas lejos de nosotros. Y no hay nada que hacer, eso es lo peor.

Por otra parte, el Nemo fue a clases y él iba emocionado. Lo vamos a meter a Kinder, aunque los 5 años los cumple en octubre. Dependerá de un examen si lo dejan entrar a primero o lo devuelven a Kinder. Al igual que en Prekinder y ahora con más razón, va a ir a clases totalmente en inglés. Me sorprende lo bien que va y lo mucho que empieza a dominar incluso las expresiones idiomáticas.

Sólo me quedó la duda de si será lo mejor para él el estar en Kinder, donde todos los niños son más grandes que él. Hoy sufrió porque un niño más grande le quitó sus juguetes. Lloró, pero dice que ya no lo hará. Esperemos que todo sea para bien.

*He de decir que este post lo copie del otro blog que tengo y que está dedicado exclusivamente al Nemo y al Ben10.

sábado, agosto 18, 2007

El fantasma de la muerte ronda por mi cabeza. Lo mismo sucedió hace un poco más de cuatro años cuando el nacimiento del Nemo. De la nada surge esa sensación, ese miedo. Miedo a todo, a que algo le pase al Nemo, ahora al Ben10. Y si te detiendes un poco, entonces brinca todo, el miedo a que mueran mis padres, alguien de mi familia. Así hasta llegar a la muerte propia, al preguntarme que pasaría si yo no estuviera. Es quizás en este punto donde me detengo más.

Y mientras estos fantamas llegan a mí, nos llega la noticia de que mi cuñado está enfermo. Leucemia o algo así. Y de pronto se busca donador de médula osea. Y de pronto todo se ensombrece y no pasa un minuto en que no tenga en la cabeza el tema.