viernes, noviembre 30, 2007

Este blog hace una pausa y emite un simple cántico, apropiado para las fechas...




Cómo no te voy a quereeeeeeer, cómo no te voy a quereeeeer!!

martes, noviembre 27, 2007

"SE OYEN LADRAR LOS PERROS...SERA QUE DISPARAMOS"

Leo con interés las notas sobre el atentado a Jesús Alberto Capella. Veo las fotos, las reacciones de varios sectores de Tijuana y de Baja California en lo general. El asunto que más me llama la atención es esa filosofía de justicia, esa nueva forma de pensar. Según relata el mismo Capella, al escuchar ladrar los perros - alejado de los falsos proverbios quijotescos - se asomó y vio al comando negro bajando de sus camionetas. Así que se dio la vuelta, tomó un rifle R-15 y comenzó a defenderse.

Y ahí, en ese preciso momento jodió a todos. No a los del comando. Al resto de los bajacalifornianos. Simplemente pusó la vara demasiado alta.

Sin darse cuenta, porque estoy convencido de que no tiene idea, nos jodió. Él, quien se asumió como vocero de la sociedad, nos acaba de mostrar que la justicia no hay que buscarla, hay que avasallarla con una R-15.

A CAPELLA

Son las 4 y media de la mañana allá en Tijuana. Tengo dos horas de diferencia, así que mi día ha empezado. Me avisan de un atentado al abogado Jesús Alberto Capella en Playas de Tijuana. Quien me avisa se prepara a ir a cubrir la nota. El abogado ha sido la atracción de los medios de comunicacion los últimos tres años. Ante los niveles de violencia, su voz comenzó a presentarse como vocero social. Presidente creo del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, del Consejo de Transparencia. Se menciona como futuro Secretario de Seguridad Pública Municial. Parece que al menos 20 sicarios llegaron a su casa y dispararon, además de intentar entrar. Ya lo veo venir, se mencionará como siempre al Teo, a los Arellano Félix y no se resolverá nada. Tendrá, eso sí, protección de la PEP o el Ejército.

Es ahí, donde se presenta es sensación extraña. Me cansé de esas desveladas, esas cobeturas que me sacaban de la cama a deshoras. Y sin embargo...

lunes, noviembre 26, 2007

Paternidad II

A mi eso de la paternidad siempre me había llamado la atención. Desde muy joven pensaba en la posibilidad de ser padre. Quizás por el hecho de venir de familias tradicionales, donde la convivencia me parecía una buena meta. Con la llegada del Nemo comprobé que tener eso como única meta en la vida era suficiente. Quien me conozca sabe lo que el Nemo cambió en mi vida y la importancia que tiene en ella. Después, cinco años después, llegó el Ben10, que poco a poco comienza a generarme emociones nuevas. Con los dos, sin embargo, he tenido que sortear algunos problemas de salud. He de decir que problemas manejables, leves.

Es desesperante estar en una sala de emergencia con un hijo con problemas para respirar. Es desesperante verlo acostado, con una mascarilla esperando que el albuterol haga su efecto. Y sin embago, lo repito, esto no es nada.

Suelo quejarme de cuando en cuando de la situación en que vivo respecto a la salud. Yo que de niño siempre fui enfermizo, ahora he sido el que menos ha tenido que batallar con el clima de esta ciudad.

Todo ese preámbulo es para comentar una de esas historias que de pronto te patean a la cara y te dejan expuesto como un idiota. Es una historia que quizás hayan visto en las noticias o en internet. Es un padre y un hijo. Es la historia de un padre grande y un hijo con parálisis. Es la historia de un hijo con el deseo de participar en un maratón y un padre dispuesto a cumplir cualquier deseo. Es ese tipo de historias clásicas de Hollywood, donde al salir de la sala uno piensa que se ha exagerado la historia, que esa ficción fue llevada a la exageración.

Dick Hoyt se llama el padre y Rick el hijo. Han participado en varios triatlones. Es sobre todo un esfuerzo extraordinario del padre, quien cuando corre empuja una silla de ruedas, cuando nada arrastra una balsa y cuando anda en bicicleta trae enfrente una asiento especial, siempre cargando a su hijo.

Me tocó ver la nota en una tienda de electrónica. Estaba caminando entre las televisiones cuando al menos en 20 de ellas comenzó una cápsula del reportaje. Se anunciaba creo que habían recibido un patrocinio importante. Pero me llamó la atención el silencio que se hizo. La atención de todos los que por ahí caminabamos se centró en la historia. No duró más de 4 minutos. Después de ahí volteamos a vernos unos a otros como sacados de onda. Como reclamándonos a nosotros mismo por el lloriqueo diario, por creer que nuestra vida es muy complicada, difícil, por el reclamo lo mismo a Dios que al destino por lo que pasamos.

Y después seguimos, aunque a mí esa historia me da vueltas todavía en la cabeza.

Aquí un video con una parte de la historia...

sábado, noviembre 24, 2007

El Don

Prefiero una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos. La frase es de Pablo Escobar y con ello resumía la visión que se tenía de terminar preso bajo el sistema de justicia gringo.
Nunca he estado cerca de nadie que las conozca ni tampoco tenco referencias para establecer el miedo a las prisiones de este país. A lo más son lejanas referencias periodísticas, un par de casos como el del expresidente panameño Manuel Antonio Noriega.
En México conocí al menos tres cárceles. La modernisima, según promueven, cárcel de El Hongo, fue la última. Antes de esa recorrí las instalaciones del pueblito, en La Mesa, así como la cárcel de La Ocho, en pleno centro de Tijuana y cuyo operativo de desalojo me tocó cubrir.
Las tres mostraban el descuido y ambiente tétrico que muchas veces se ha reflejado en los medios. Recuerdo que en una universidad gringa había una campaña para que los jóvenes no viajaran a hacer desmadres a Tijuana, con una frase clásico: No quieres conocer una cárcel mexicana.

Pero el encanto de las prisiones mexicanas está en su corrupción. Lo mismo puedes meter droga que un mariachi, prostitutas o medicinas. Alcohol o a tus hijos. Así era el pueblito. Vivir ahí para un narcotraficante debe ser más agradable que estar en una americana.

Y a pesar de eso, no veo reacciones de los narcotraficantes como pasó en Colombia. No veo ese temor a irse a Estados Unidos como para pensar en medidas drásticas y arriesgadas. Será porque hasta el momento los que se han ido son del Cártel de los Arellano en su mayoría.

Leo que entre quieren podrían irse está Jesús Labra, famoso cerebro operativo de los Arellano Félix. Me llama la atención que la ignorancia chilanga permanece. Me tocó cubrir la nota de su captura en la Prepa Federal Lázaro Cárdenas, durante un partido de futbol. Recuerdo que el entonces jefe de información del gobieno estatal, Angel Gómez, logró tomar fotografías del momento, ya que el participaba no se si como ayudante o couch de uno de los equipos de futbol que jugaba ese día.

Aunque todo mundo conocía a Chuy Labra y apareció varias veces en la página de sociales, siempre se le mencionaba como "Don Chuy". El don tan importante porque le daba el nivel que quería tener. No era un narco, era algo más, ese cerebro. Pero llegaron los reporteros chilangos a irse por el boletín. Y ese "Don Chuy" se convirtió en "El Chuy", que bajón, No hay derecho.

El caso es que pronto podría estar visitando San Diego. Definitivamente los tiempos han cambiado, el mito casa vez es más recuerdo.

miércoles, noviembre 21, 2007

Ciegos y Sordos

Hablar de lo políticamente correcto es hablar de hipocresía. Es querer cumplir con un convencionalismo social llevado al extremo, sin importar que en los hechos se pisotee lo que en el discurso se defiende. De niño recuerdo, por ejemplo, que a las personas que iban en silla de rueda se les llamaba paralíticos. Luego dejaron de serlo para convertirse en lisiados. Pero duró poco, porque rápidamente fueron llamados minusválidos. Ahhh pero como ellos no valen menos, entonces se les dijo discapacitados. Eso hasta que vengan a decirnos que son capaces.. entonces no serán discapacitados sino débiles musculares, como los ciegos son ya débiles visuales. Al final la persona es la misma, pero con tremenda hipocresía nos sentimos menos malos (aunque nos sigamos estacionando en áreas exclusivas para ellos, aunque sigamos discriminándolos y viéndolos feos).

Así, ese tipo de hipocresía se ha llevado al extremo en Estados Unidos. Al grado de que quisieron prohibirle a los hispanoparlantes utilizar en las escuelas la palabra "negro". Los gringos no entendían que para nosotros es el nombre de un color, no sólo de una raza. En inglés tienen una distinción entre "black" y "negro o negger". Nosotros no. Entonces borrarla de nuestro diccionario es prácticamente imposible.

Sin embargo eso no es lo peor. Lo peor llegó hace un par de años, cuando esa hipocresía, semántica sobre todo, entró a la Navidad. Como siempre, en esta tierra el que manda es el dinero. Entonces cualquier amenaza de boicot es tomada con seriedad por las empresas.

Así, muchas de ellas desaparecieron la palabra Navidad de su publicidad. No más "christmas". Ahora es "Holiday". Es decir, en lugar de desear una feliz Navidad, ahora te desean felices fiestas. Eso porque los judíos y algunos grupos específicos no celebran Navidad y por tanto se sienten agredidos por la publicidad (WTF?!). Leo el día de hoy que los árboles de Navidad dejaron de serlo. Un par de tiendas hasta el momento decidieron no publicitarlos como tal. Ahora son "family trees".

Y lo peor es que piensan que ese tipo de cosas hacen a un pueblo tolerante.

(Si tienen suerte, busquen en internet un segmento de una presentación de George Carlin, un excelente cómico gringo, donde se burla de lo políticamente correcto.)



EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL MARKETING

Siempre me ha parecido que el poder concentrado en una persona es peligroso.

Más cuando esa persona es una conductora de televisión de raza negra llamada Oprah, capaz de mover un ejército de doñas hacia las tareas más difíciles o complicadas. Basta que ella levante una ceja para que la bolsa de valores se vea afectada. Bueno, no tanto, pero hay algunos temas en los que si pesa.

Por ejemplo, tiene dentro de su programa o revista una sección del "libro del mes". Su simple aval ha logrado catapulturar a un escritor, por desconocido que sea. El mes pasado decidió que el libro del mes era "El Amor en los Tiempos del Cólera", de Gabriel García Márquez. Un libro editado hace muchos años en Latinoamérica y que gozó de reconocimiento. Para los gringos en lo general García Márquez existió cuando Oprah lo mencionó.

Fue entonces cuando Amazon registró el libro como el más vendido en esa semana. Lo mismo en otras librerías, la novela fue subiendo peldaños en el Top Ten. Obviamente detrás del aval de Oprah pueden verse intereses más oscuros, como es el hecho de que justamente esa novela fue llevada al cine y estaba próxima a estrenarse en los cines gringos.

Antes lo vimos con otros libros, me refiero a ese tipo de estrategias de marketing disfrazado, como cuando sacaron la de Memorias de una Geisha. O Devil wears Prada. Sin embargo, al menos en ese contexto los gringos podrán disfrutar de las novelas de García Márquez y no faltará alguno que se aventure después a otros autores latinoamericanos.

martes, noviembre 20, 2007

TEX-MEX SOCIAL

A pesar de tener un par de años trabajando en el área de marketing en una agencia, cuando me preguntan a que me dedico se me sale decir que soy repportero. Para sentirme mejor digo que estoy en sabático. El asunto es que del área de la publicidad poco comento y espero hacer próximamente para comenzar a ligarme más a eso. De entrada puedo decir que mi trabajo hasta el momento me ha servido para confrontarme con el aspecto "latino" o "hispano". Empezando porque en el trabajo se vive un choque latinoamericano. Ponernos de acuerdo entre mexicanos, guatemaltecos, peeruanos, cubanos o venezolanos es tarea difícil. De ahí, en lo particular para mí viene el choque entre lo mexicano, lo mexicoamericano y los transitorios.

En esto último me detendré.

Hay un grupo que es el mexicoamericano, ese que ya tiene tiempo aquí, muchos de ellos nacidos en Estados Unidos pero de padres mexicanos. En lo particular Texas tiene varias generaciones con apellidos como Perez o Sanchez sin hablar una gota de español. Incluso sus padres no hablan español. Sin embargo por su perfil, son considerados como hispanos. Hay otros que llegaron hace 10 años y se han acoplado. Este grupo en nada se parece a los mexicanos. Son dos culturas distintas. Y eso que yo soy mexicano fronterizo, que en teoría me permitiría entenderlos más.

Además de esos dos, hay un tercer grupo, el de los transitorios. Esos que tienen años aquí, más de cinco, pero que no aceptan la cultura gringa (o su version mexicoamericana) pues están "de paso". Son esos que a veces van a su tierra. Que a pesar de pasar un lustro en Dallas, cuando le preguntas que dónde vive te responden que en Jalisco, Michoacán o el DF, pero ahorita andan trabajando aquí. Ese grupo es al que encuentro de repente en una taquería, cenaduría, buscando siempre el sabor auténtico.

Cuando a mi me preguntan dónde vivo, a veces quisiera decir que en Tijuana, pero aquí ando por lo mientras. Pero la verdad es que con el poco tiempo y con las noticias que diario leo de mi tierra son pocas las ganas de volver. Además, ese tema de la transculturación me gusta para adentrarme, quien quita y salga por ahí algún ángulo importante para un reportaje...y si no, mínimo para un comercial.



LA GUERRA PERSONAL

No hay nada como ponerle pesos y centavos a una cosa para dimensionarlo. Eso sucede cuando veo lo que cuesta la guerra en Iraq. Dejemos de lado el asunto moral de la guerra. No importa el terrorismo, las amenazas, Irán, Osama o Bush. Nada importa cuando se está gastando la cantidad de dinero que se gasta.

En una buena estrategia de mercadotecnia, el Comité de Servicio de Amigos Americanos (American Friends Service Committe) nos dice que la guerra en Iraq en los últimos 4 años ha costado 720 millones de dólares DIARIOS!! Y la campaña de publicidad se centra en esto. Tú qué harías con 720 millones de dólares... lo vemos reflejado en casas, servicios médicos, escuelas, comidas, entre otras cosas.

Esta imagen de aquí a la derecha es la que están usando como base. Sin duda tendrá buen impacto

lunes, noviembre 19, 2007

VOLVIENDOSE TEX-MEX ?

Dos años aproximadamente me duró la nostalgia de la comida. Me refiero a buscar pequeños lugares donde encontrar el saborcito de allá. Llegamos a manejar por una hora en busca de una taquería, de unas tostadas o de un pozole. Eso fue en un inicio lo que más se extrañaba. Luego quedó esa pequeña nostalgia que nos mantenía buscándole.
Y de pronto, dos años después me doy cuenta de que se transformó. No porque haya dejado de extrañar, sino porque simplemente no los busco. Recientemente comencé a cocinar, a preparar recetas de allá. Lo mismo la salsa de chiles tatemados estilo Sonora que preparaba mi abuela, como las tortillas de harina y maíz. Pero en parte es por el sabor y en parte por querer cocinar.
Desde hace tiempo el cocinar se ha convertido en mi única actividad fuera del trabajo que realmente disfruto. Es mi forma de relajarme, de abstraerme de las enfermedades que se presentan en casa un día sí y otro también.
Creo que poco a poco estoy olvidando los sabores de allá, además de que por dietas, hemos tenido que cambiar los menús en casa, con más verduras, menos colesterol.
Hoy me comentaban de un lugar, donde los burritos, flautas y demás fritangas están muy bien preparadas. Y sin embargo no me generó nada. Será que mi paladar estará comenzando a agringarse...yo espero que no. Y prueba de ellos esque sigue el mismo desprecio por el Tex-Mex.

sábado, noviembre 17, 2007

Narcoficción o las bitacoras del Cártel

Algo que tenía el narcotráfico hace diez años es que las historias que aparecían en la prensa podían estar completamente aderezadas de ficción y no pasaba nada. Me imagino que el narco, al ver que su vida comenzaba a aparecer en los medios como una novela, simplemente se reía. Hubo caso, recuerdo un par, donde por asuntos del ego o el honor precisaban ciertos detalles.
Saber si la historia del primer asesinato de Ramón Arellano afuera del Britania es completamente real o no es difícil. Obviamente la historia muestra a un Ramón feroz, sanguinario, justo el perfil que a él le convenía tener frente a los enemigos.
Como es hay mil historias, contadas en periódicos.
Sin embargo, creo que eso ha ido cambiando. Las nuevas generaciones de narcos están más metidos en la tecnología. Siguen igual que los de antes, riéndose de las historias, pero es posible para ellos escribir las propias. Basta poner en google "blog" y "narco" y navegar un poco. Y es que detrás del narco, por lo menos esa enseñanza nos dejaron los narcojunior, no está la búsqueda del dinero. Ellos lo tenían, pero querían algo más, el poder.
De que sirve ser millonario pasando carrros con mariguana a San Diego si no voy a poder traer mi camionetota vistosa, mis joyas, mi equipo de trabajo/admiradores/guardaespaldas. El chiste no es el dinero sino el mostrar que lo tengo. De ahí que la historia de porque Ramón mató a Armando López "El Rayo" en 1989 o un mes después a una persona que le pidió bajar el volumen de su radio, siga tan vigente.

viernes, noviembre 16, 2007

Narc-o-Tube

El tema de los Arellano Félix y esas historias me han traído recordando cosas. Me puse a buscar un poco en archivos, en internet y me di cuenta de lo rápido que los tiempos cambian. En mis tiempos, y estoy hablando de tres o cuatro años atrás, los narcos se mandaban mensajes en la prensa. No era difícil que reportero tenía amigos de la maña - como solía decir Felipe Pérez Cruz "El Puma" - pues se notaba en todo...en el carro, en la ropa, en los negocios que abría de un día para otro y que en menos de un mes le daba para abrir una sucursal, otro carro y mas ropa.

Ahora parece que se han modernizado. No solamente vimos que les gusta la Baja Mil y se trepan a helicópteros para seguir a algunos participantes - según dicen Jorge Briceño "El Cholo" manejaba uno - sino que les gusta el internet y Youtube. Basta entrar ahí para ver los mensajes que se mandan, se descobijan, amenazan, burlan. De todo encuentra uno ahí, incluso avisos para un procurador o jefe de la policía.

Me pregunto si la PGR contará con una célula especializada en tecnología para tratar de seguir la huella en internet de los narcos. Para que usar teléfonos celulares que pueden ser interceptados, mejor el messenger, el correo electrónico...dijo, no creo que no tengan para comprarse sus laptops y sus blackberries.

jueves, noviembre 15, 2007

El Abulón

Como oleadas de nostalgia se presentan de pronto algunos recuerdos del ejercicio periodístico. Sobresalen las cosas malas que me hicieron huir temporalmente de esa profesión que por varios años desempeñé. Las malpasadas, el no tener horario, un día de descanso que no era tal pues siempre había que estar pendiente de lo que saltara. Una y otra vez me digo que fue una buena decisión.

Y sin embargo...

Malditas noticias. Un comando va y rescata el cadáver de un narco. Este había muerto en un accidente de helicóptero durante la Baja 1000. Primero se dijo que era Fabían Martínez El Tiburón, gatillero famoso. Quizás el más famoso aparte de los hermanos Arellano Félix. Pero no, resultó que era Luis Merardo León, alias "El Abulón".

La noticia me llegó con nostalgia, porque justo cuando empezaba en el negocio del periodismo era el surgimiento mediático de los "Narcojuniors". Estuve a punto de hacer un par de llamadas, de desempolvar archivos.

Eran otros tiempo, donde los nombres corrían por las calles, porque así lo querían ellos. La mayoría era de familias conocidas, de ciertno nivel. De ahí lo de juniors. Se les veía más jóvenes en la colonia Cacho, en Lomas. Muchos en Tijuana los conocía, sino al menos a sus padres. Doctores, licenciados, comerciantes. Y de pronto ellos irrumpen, ligados a un Cártel de droga, el más poderoso en la región. Esos fueron los tiempo de los nombres, sin necesidad de narcocorridos. El tigrillo, el caballo, don chuy, el español, el kitty, min y mon... quién manda ahora en Tijuana...sepa.

lunes, noviembre 12, 2007

Leyendo en el tren

Dicen que hay que leer aunque sea cosas buenas. Después de muchos años de prejuicios decidí leer a Angeles Mastreta. Empecé con esa extraña historia de amor llamada Arráncame la Vida y ahora estoy por terminar Mal de Amores. No se que me pasa. A pesar de que leer me cambia el ánimo, de que es una actividad que me encanta, me dejo envolver por la televisión, por el internet y lo dejo a un lado. Por cuestiones de enfermedades y la necesidad de estar más cerca de cualquier cosa he dejado de tomar el tren donde antes lo hacía. En vez de un viaje de 22 minutos, ahora es sólo de 10. Entonces perdí ahí el espacio que me hacía engancharme con algún libro. Dejé también de ver cine. Tengo años que no voy al cine a ver algo que no sea de niños. Esa maldita manía de aplazar todo. Me dicen que la bronca es la procrastinación. A ver si luego averiguo que significa, ahí cuando tenga un tiempecito.

domingo, noviembre 11, 2007

Costumbres Gastronómicas

Durante años, sobre todo la época en que reporteaba, el desayuno era un lujo que no me daba. Cuestión de organización, de prisas. El caso es que de repente tomaba un café, un pan en alguno de los eventos, pero hasta ahí. Hubo un tiempo, muy corto, donde el desayuno era el pretexto perfecto para ir a platicar con alguna fuente. No estaba acostumbrado, mi cuerpo no lo requería.

Sin embargo, mi vida siempre estuvo llena de puestos callejeros de tacos, tortas, birria, barbacoa o mariscos. Después del mediodía me detenía en cualquiera de ellos y con eso aguantaba hasta las 4 de la tarde donde ya comía como dios manda. A diferencia de lo que dicen, que desayuno de rey, comida de príncipe y cena de mendigo, mis cenas siempre fueron bastante fuertes.

La llegada a Dallas cambió en mucho mi dinámica. Ahora sigo sin desayunar, pero no perdono mi café a las 9 de la mañana. El cuerpo lo pide y yo sólo cumplo órdenes. De vez en cuando una galleta, fruta o yougurt. A las 12 del día viene el "lunch", que es un comida normal, fuerte. Con eso en teoría aguanto el día.

Al llegar a casa es la comida, por ahí de las 6. Y en la noche algo ligero.

Texas tiene fama de ser uno de los estados con mayor obesidad. Y ya si no, aquí todo es frito, con queso cheddar y empanizado. La Feria Estatal tiene concurso de eso, encontrando en los últimos dos años cosas como pay de queso empanizado y frito, coca cola frita, entre otras cosas.

Durante un tiempo salía a comer diario. Ahora más o menos trato de llevarme mínimo tres veces a la semana un plato con comida un poco más sana. Lo mismo en la tarde en casa. Ahí si es cuestión de prepararla porque comprarla sale caro y no hay nada saludable.


Thanksgiving

Dos años de Accion de Gracias hemos pasado aquí. Antes de eso y viviendo en frontera con familia en San Diego, varias veces me tocó cenar pavo esa fecha. Quizás se trate de la fecha con un poco más de sentido, aunque sea religioso, y menos comercial. Está basado obviamente en el rollo de los pioneros, los primeros pobladores de las 13 colonias. Pero en la actualidad es algo asi como un pago de culpas. Los hijos viajan en donde estén para reunirse por una noche con la familia en torno a un pavo.

Y esto tiene que ver con otro tema del que después pienso hablar. Aquí es común que la familia esté repartida por todo el país. Así que tiene un poco más de sentido.

El caso es que ni siquiera navidad tiene la fuerza del día del guajolote. Y con dos años aquí nos tocó celebrarlo digamos que de forma colateral. El primero fue formal, pero en un restaurante. Un par de primos que viven aquí recibieron a sus papás y hermana. Fuimos invitados a la cena, aunque no fue pavo. El año pasado estuvimos en casa y de última hora fui a comprar un pollo preparado, con su guarnición. No recuerdo bien si era pollo o a lo mejor unas pechugas de pavo. Pero nada formal.

Este año ni idea que haremos. Quizás para el próximo año si tengamos que preparar todo según el librito y es que el Nemo ya comenzó en la escuela a ver todo el rollo del Thanksgiving y no dudo que empiece a preguntar.

viernes, noviembre 09, 2007

Periódicos

Una cosa que me dejaron los años de reportear es la costumbre de leer periódicos. Más que ver las noticias en televisión, me acostumbré a leer de punta a punta un periódico. Lo hago con los locales y en la medida en que se pueda con los nacionales mexicanos. Pero en internet leer un periódico no es lo mismo.

Separar secciones, revisar esquelas, desplegados, incluso los anuncios. No hay cosa que más odie en internet que la publicidad que se aparece frente a la pantalla, como por ejemplo en El Universal.

Leo periódicos en línea, pero sólo algunas secciones, algunos editorialistas. Pero no hay esa misma emoción.

Otras cosa que ha pasado es que estar lejos de Tijuana me ha generado un paulatino distanciamiento con la grilla política. No es que me pese, es sólo que durante tantos años me tocó cubrir evento tras evento, gira tras gira, que se te mete en la sangre.
Ahora veo noticias, leo periódicos, siempre enterándome con la misma regularidad que antes. Pero no trato de leer entre líneas, no trato de adivinar nada. El chiste de la grilla local es reconocer los nombres, identificar los golpes y los mensajes que se dan de un periódico a otro, de funcionario a funcionario.

Ver noticias en televisión ya me parece aburrido. Es más en automático que otra cosa. Prendo la televisión y ahí está, lo mismo López Dóriga que Ramón Fregoso, como ruido de fondo, distraído a lo mejor con alguna imagen atractiva. Y lo curioso, cada vez veo más videos caseros...periodismo ciudadano le llaman. La única razón para ver noticias en la tele es ver al menos imagenes bien grabadas. Para eso mejor Youtube y se acabó.

jueves, noviembre 08, 2007

Decidí darle una buena sacudida a este blog. Cambie el formato, de alguna manera para presionarme a ponerme a escribir al menos un post cada dos días. Nunca tengo demasiado trabajo como para no escribir. El proceso de adaptación sigue y la aculturación también.

Venirme a vivir a Estados Unidos parecía sencillo. Viví toda mi vida en la frontera. San Diego era parte de mi rutina normal, era una parte de mi trabajo, así que no parecía un gran cambio. Y bueno, no fue el estilo de vida lo que cambió sino las circunstancias en las que me encontraba.

Llegué con mi familia pensando en que de lo único que tendría que preocuparme era en el idioma. Primer error. El clima me tomó por sorpresa. Los inviernos son frios, los veranos ardientes en exceso. Había ido cientos de veces a Mexicali, pero no es lo mismo que vivir ahí. Nuestra vida cambió, por ejemplo, cuando vimos que nuestras actividades no podían ser las mismas.

Compramos un pase familiar para el zoológico. Lo usamos dos veces los dos únicos fines de semana que estuvieron agradables. Antes de eso todo estaba helado. Un mes después todo estaba demasiado caliente. Quizá con el tiempo nos acostumbremos y podamos aguantar esos calores, en tanto somos presa del clima artificial.

La comida no ha sido problema, pero los hábitos alimenticios sí. Lo más drástico fue tener que comer "lunch" a la 1 y cenar o comer fuerte a las 6. Demasiada comida chatarra los primeros meses. Fui víctima de esa horribla comida frita, llena de queso cheddar y deshabrida. Pero eso ha pasado, por recomendación del doctor hemos aprendido a comer mejor.

Dos años después y en medio de ires y venires mentales, creo que lo peor de la experiencia es estar demasiado lejos de la familia, de los amigos. Como nunca valoro incluso a los conocidos. Los gringos están acostumbrados a la soledad. Pero es una soledad práctica. Se apoyan demasiado en los negocios.

Tienen un hijo y de inmediato saben que será de él un mes después. A nosotros nos costó un trabajo enorme elegir una guardería. Encontrar niñera una noche es tan fácil para ellos como pedir el teléfono de alguna adolescente en su iglesia. Para nosotros es imposible confiar en alguien.

Como dije hace días, la ciudad nos ha tratado mal en cuanto a enfermedades y es ahí cuando más hemos necesitado a la familia.

Y sin embargo hay tantas cosas que me han encantado de acá.

martes, noviembre 06, 2007

Lo que el periodismo me enseño de la gente.

Cuando a la gente le decía que era reportero sacaban conclusiones de inmediato, por lo general erróneas.

1.- La gente piensa que como reportero eres superpoderoso ( y no falta el reportero idiota que se lo cree)
2.- La gente piensa que tienen una historia digna de ser publicada en portada y te la cuentan. Es un poco lo mismo que le pasa a los escritores, cuando la gente le pasa historias perfectas para ser desarrolladas en un cuento.
3.- La gente piensa que detrás de un periódico hay una serie de intereses que permiten que el país se mantenga a flote. Aquí hay que precisar que hay un poco de verdad. Los periódicos, como gruppo empresarial, tiene su agenda. De ahí a que haya un movimiento desestabilizador no creo.
4.- La gente cree que cada idiotez de un reportero o un editor, como por ejemplo recortar una nota, cambiar un titular o incluso equivocarte con una cifra, es un intento de censura o un plan malévolo para proteger a alguien.
5.- Los políticos creen que estás obligado a publicar su opinión sin cuestionar. Ellos consideran que su opinión es más que suficiente como prueba.
6.-El gobernador y su gente de prensa (me imagino que a nivel nacional para lo mismo con el Presidente de la República) creen que lo que dicen es lo más importante del mundo y merecen siempre la nota de ocho columnas.
7.-La gente piensa que sus gobernantes son rateros y estúpidos y que al contártelo tu debes contestar afirmativamente o eres un solapador.
8.- Los políticos creen que todos los reporteros nos vendemos. Si no aceptas, entonces eres del partido contrario.
9.- Los políticos piensan que tu meta en la vida es ser político también. Eso es mitad cierto, hay reporteros que a lo único que aspiran es en ser funcionarios aunque sea menores.
10.-La gente en lo general piensan que tu estás obligado a escucharlos. Que es tu obligación darles voz, por el sólo hecho de ser "pueblo".
11.-Los políticos no entienden que se puede ser un hijo de la chingada como reportero por el simple hecho (yo lo llamaría ejercicio necesario) de demostrar que no eres como ellos. No se necesita creer en un partido o venderte para joderlos por el simple gustoo de hacerlo. En vital, de vez en cuando, aplastar a tu entrevistado con el poder de la inteligencia, solamente para pintar tu raya y recordarte que no eres ni quieres ser como ellos.

Lo que la publicidad me ha enseñado de la gente.
1.- Aun nada.

Quemando naves...

Cuando salí de Tijuana y me establecí en Dallas pensaba que había que quemar las naves. A manera de proyecto personal - y familiar - estaba convencido de que mi futuro se encontraba en otra parte. Salí huyendo de la violencia y de un trabajo que no me brindaba ya ninguna emoción. Creí en ese momento que todo lo que podía aprender del periodismo como corresponsal lo había aprendido ya. Con una familia, estaba harto de salir corriendo en busca de una balacera, de un operativo que no llegaría a nada, sobre todo porque estaba yo ahí parado afuera de PGR mendigando datos, para que seis horas después un reportero en la Ciudad de México recibiera directo de PGR un comunicado y toda la nota se firmara allá. Estaba cansado y la oportunidad de hacer otra cosa fue demasiado.
Nunca sufrí demasiado con el Síndrome del Jamaicón. Y desde un inicio, quizás aquí mismo lo escribí, pensaba que había quemado mis naves.

Pero la ciudad me ha tratado mal. Demasiado. Sobre todo ha tratado mal a mi familia. He visto más médicos aquí que los que había visto en toda mi vida en Tijuana. No estoy diciendo que piense regresar. Sin embargo creo que no puedo ver la situación de la misma manera en que lo veia hace un año. Las naves quemadas están y quizás no es cuestión de empezar a comprar madera para construir nuevas. Es sólo cuestión de ir averiguando dónde las venden.