miércoles, octubre 31, 2007

WEATHER FORECAST: COLD

Y llegó el invierno y me golpeó la cara.

De pronto, al bajar del tren a las puertas del edificio donde trabajo me llegó de golpe la nostalgia de lo inmediato. Me pegó el frio en la cara y a la vez me hizo recordar una de las primeras sensaciones de felicidad en esta ciudad que no era mía y que poco a poco lo es.

Fue extraño recordar de golpe lo vivido hace dos años, cuando era ese frio el que me hacía preguntarme si era acertada la decisión de dejar Tijuana y llegar a Dallas. Hasta el momento no tengo una respuesta. Luego de mudarme aquí entendí que no hay nada mejor que no estar atado a nada.

Hace poco más de dos años el frio me llegaba. Un frio que no había sentido antes. Un frio que jamás había disfrutado así. Porque frio frio lo vivi en Chicago, en Washington DC y hasta en Nueva York. Pero era cuestion de semanas. Vivir con el frio es otra cosa, a uno no le queda más que acostumbrarse. Quizás no acostumbrarse al frio como acostumbrarse a saber que llegará ese frio.

Hoy justo al bajar del tren recordé la emoción de ese frio. Ese preguntarme una y otra vez si había hecho lo correcto. Más de dos años después puedo decir que Dallas nos ha tratado mal. Las malditas enfermedades nos han tomado de rehén y no nos sueltan. A los tres nos llegaron los primeros dos años.

Y frente a ese maltrato citadino, producto sobre todo de las alergias que alberga, nació el Ben10. Con toda su seriedad que poco a poco se convierte en curiosidad. Es tan diferente a nosotros, física y en cuanto a carácter. Recuerdo que dormir al Nemo era lo más sencillo. Bastaba abrazarlo y él se acurrucaba y cerraba de inmediato los ojos. Con el Ben10 no, con él es diferente. Se duerme cuando el quiere y generalmente en brazos de su madre o del columpio. No importa que se esté cayendo de sueño, si lo cargo comienza a observar todo, a verme.

Al Nemo le ha asentado bien la ciudad. Quitando la enfermedad, que le ha pegado más que a ninguno, ha aprendido a socializar, ha aprendido inglés y es más feliz que ninguno. Le pesa un poco todavía el no tener amigos. Los dos que ha hecho han tenido que emigrar de aquí. Uno huyendo del fantasma de la migra, el otro buscando mejor futuro. Con dos años lo más difícil ha sido hacer amigos. De alguna forma mi trabajo y el de la madre del Nemo nos ha permitido hacer lazos, pero fuera de ahí muy poco.

En fin, que este frio me ha despertado de poco, me ha dado ánimo y he regresado a esta bitácora. Esperemos que por un buen rato.