Hay calles que me parecen tristes, calles donde nunca he vivido y me parecen tener una carga melancólica que no logro comprender.
Hay trayectos del centro de la ciudad que me generan sensaciones extrañas... no por su pobreza ni por referencias personales.
Simplemente al caminar por ahi brinca eso encima de mi.
Una de ellas la curva que hay una cuadra antes de llegar a la comandancia. No se porque razon esa zona se detuvo en el tiempo y me genera nostalgia de algo que no me explico.
Lo mismo me pasa con un trayecto de la avenida internacional, luego de descender por el cañón del matadero y antes de llegar a El Mirador...
Las calles me generan otras cosas.
Frente a la escandalosa avenida Revolución, frente a toda su carga, existe una paralela, la Constitución, que me parece una de las calles mas horribles de la ciudad.
Por su gente, por sus comercios, por sus baches y por la cantidad de carros que por ahi circulan, he albergado un odio reprimido contra esa ciudad.
Sin embargo, no es un odio que me consuma, simplemente sale luego de consumir un par de vasos de vodka, cuando pienso en la necesidad de comprar más agua quina en la próxima visita a un mercado.
domingo, junio 29, 2003
el Rene at 2:19 a.m.
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