Cansado

Después de muchos años de reportear, llegó un momento en que el hartazgo me pegó de golpe. Fue el tiempo en que la reporteada se complicaba, en que la violencia se sentía. Fue ese momento en que un muerto dejó de ser un muerto para convertirse sólo en media nota. De tres muertos para arriba decíamos en broma.
Con el nemo creciendo, me llegó primero el cansancio de tener que salir a medianoche sólo porque a la PGR se le ocurrió hacer un operativo que no tendría efecto alguno. Después de ahí llegó el hartazgo mayor, de sentir que no había nada nuevo.
Machote cuatro para muertos, machote cinco para migrantes. Podía escribir una entrevista completa a Claudia Smith hablando de los migrantes sin necesidad de entrevistarla. Podía hacer lo mismo con Víctor Clark, con el Gobernador o el Procurador (los asesinatos son la respuesta del crimen organizado a las acciones en su contra que tomamos. La coordinación entre autoridades locales y federales están teniendo resultados, etc.)
Llegó un momento en que sentía que había dejado de aprender. No había emoción en mi trabajo. Sentía que las notas de cinco años atrás eran las mismas. Y no se trataba de mí, yo podía buscar algo nuevo y el periódico pedía lo mismo de siempre.
Por eso cuando llegué a la agencia de publicidad lo que más me llenaba de energía era el aprender. el tener algo nuevo y empezar a conocer herramientas. Extraño un poco la reporteada, la adrenalina, sin embargo el tener un horario, el tener actividades más o menos agendadas me han caído bien.
Aunque no todo sea perfecto. Durante las últimas semanas me habían llegado ciertas oleadas de lo que pensé era tristeza. Un poco de depresión pensé yo, aunque no entendía porque. Con un segundo hijo a punto de llegar y muy esperado. Con una casa nueva y un par de proyectos atrayentes. Así le fui dando vueltas a las cosas hasta caer en lo que ahora pienso. Que se trata de agotamiento. Cansancio cerebral.
Se puede tener algo así. Yo pensaba que no. Pense que la actividad mental, que eso que llaman proceso creativo era inagotable. Pues no. Tener que pensar en el encabezado perfecto, en la idea perfecta para un comercial de tele o la dinámica necesaria para que funcione un comercial de radio, todo eso cansa y mucho.
Puede cansar a un músico el componer, por más ingrediente que el proceso lúdico tenga, ahora no lo dudo.
Y eso me permite ver algo más. En el periodismo no hay proceso creativo, no hay tiempo simplemente.
Y quizás algún día extrañe eso. Al menos ahorita no.