jueves, agosto 21, 2008

London Kill Me

Bueno, no es Londres sino Austin. La mudanza ha resultado más pesada de lo que jamás pensé. No me gusta Austin. Se que es raro decirlo cuando tengo apenas un par de meses, pero simplemente no empatamos la ciudad y yo. Bueno, lo replantearé. No me gusta mi vida en Austin.

Cuando llegué a Dallas, llegaba a una ciudad que me esperaba, que me recibía. A un trabajo donde me querían. Sonará cursi pero era tanto la ciudad como mi trabajo eran esos padres primerizos. El asunto es que con el cambio de trabajo, donde una empresa más grande compró a la empresa donde yo trabajaba, me siento como el hijo de una divorciada que se vuelve a casar. Así que ahora son mis hijos, tus hijos y nuestros hijos. Bueno, pues yo soy del grupo de "tus hijos" y me siento observado en todo momento.

Lo curioso es que es más el sentimiento unilateral. El trabajo en la oficina ha sido bueno. Tanto en lo profesional como en lo personal. Sin embargo el cambio me ha pesado un poco.

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