El otro día manejando pensaba en algo. Yo sería el peor ejemplo para un motivador profesional. Soy lo contrario al discurso del ser excelente, de la superación personal y el esfuerzo extra.
Soy un pez más del cardumen. No soy Juan Salvador Gaviota queriendo elevarse más allá de los límites. No soy ese que se despierta creyendo que con actitud podré cambiar el mundo. No soy macho alpha ni el gorila. Me gusta perderme en el grupo, esconderme mientras el cardumen se pasea por el fondo del mar. Cuando llega una ballena no me queda más que esperarme a no ser comido, sin dar la lucha. Y muchos no lo entienden. No es mediocridad. Es que simplemente a mi lo que me gusta es nadar.
Disfruto algunas cosas y con eso me basta. Terminé la carrera y ese mismo día me dije a mi mismo que no haría nada por titularme. No mientras pudiera evitarlo. Simplemente no lo necesitaba para el periodismo y ahora menos en la mercadotecnia gringa. Aquí habla el trabajo y no el título. Supe que no estudiaría una maestría ni un doctorado porque no era por ahí lo que me llamaba. No había nada para mí. Cambié de trabajo y de perfil cuando sentí que el periodismo no me daba más. Y no porque yo lo sepa todo, simplemente donde estaba no podía aprender más.
El asunto es que ahora estoy en nueva pecera.
jueves, agosto 21, 2008
el Rene at 11:34 a.m.
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