La escritura, al igual que el ejercicio, depende mucho de la condición física. Así se trate de mensajes intrascendentes, el escribir en mi caso me resulta complicado.

Dejar de escribir dos o tres días ha representado una dificultad extraordinaria.

Lo mismo sucede con la lectura. He dejado de leer blogs por cambiar la dinámica. Decidí dejar la computadora a cierta hora del día para dedicarlo a otros asuntos.

Es cuestión de adaptarme a la nueva rutina.