Sigue el insomnio

Soy un producto medio del sueño americano. Soy el lugar común, la aspiración más lógica, previsible. Llegué a este país invitado a trabajar. El siguiente paso lógico para alcanzar el sueño americano es tener una casa. Estoy en eso. Es quizá la principal razón de mi insomnio.
Lo primero que hice al entrar en el proceso fue entenderlo. Es muy diferente el proceso al de Tijuana. Aquí tiene que jugar un papel fundamental el agente de bienes raíces. El caso es que medio lo aprendí y empecé la búsqueda. Finalmente y tras visitar 17 casas, hubo tres que quedaron en la lista corta. Hicimos una oferta por la primera. Cinco horas después nos avisaban que la aceptaron. Luego siguió pagar a un inspector para que revisara la casa y nos dijera si no había nada de riesgo. El resultado fue impreciso y se nos recomendó la contratación de un especialista en ingenieria estructural. Hoy es esa inspección. Del resultado depende que retire la oferta o la refrende. Si la refrendamos, la mudanza tendría que esperar, empezando porque tenemos contrato en el departamento hasta mayo y segundo, porque los ahora dueños nos piden que se las rentemos hasta esas mismas fechas.
Mientras tanto, corre el proceso del credito hipotecario. Se supone que estamos pre aprobados y no debe haber broncas para obtener el préstamo. Todo eso es estresante. Demasiado.