He de comentar algo que en México es visto como políticamente incorrecto. Más que comentario es una confesión:

No odio a Estados Unidos.


Escucho en las noticias las quejas contra las revisiones que realizan en los aeropuertos estadounidenses, la toma de huellas digitales y fotografías de algunos extranjeros que llegan a su país.

Y me pregunto, quién demonios los obliga a viajar a Estados Unidos. Si a mi no me gusta que me hagan el examen de prostata simplemente o no voy al médico o le digo que tengo confianza en mi prostata y se que funciona de maravilla.

Se quejas y se quejan, pero a la primera oportunidad que tengan buscarán viajar a ese país para disfrutar de las bondades del capitalismo.

Hay quienes se quejan de la presencia de policías estadounidenses en el Aeropuerto de la Ciudad de México.

En lo particular no me gusta tener policías ajenos en casa (me imagino que a los aduanales del Aeropuerto no les gusta tampoco tener quien los inhiba a morder a los pasajeros).

Pero tampoco lo veo como una desgracia nacional y la pérdida total de la soberanía, ya que un atentado a bordo de un vuelo de Aeroméxico provocaría dos cosas: la muerte de pasajeros mexicanos y un pretexto ideal para que los gringos sigan viéndonos con desdén.