Saudade...
Hace un rato terminé de leer la novela de Murakami. No se cómo explicar la sensación que me queda.
Hay un cierto vacío, tristeza..eso que llaman Saudade... una melancolía extraña que no es enteramente negativa pues tiene un poco de gusto. Tiene un toque deprimentemente adictivo. Una nostalgia. Demasiados adjetivos para intentar explicar una sensación de pérdida, que aunque levemente dolorosa, es una pérdida que te permite sentir que estas vivo. Una ironía.
Un poco similar a las razones por las que disfruto el frio sobre mi rostro.
Esa punzada, narrada con sencillez, va entrando página a página. Los japonenes circulan a una revolución distinta. La novela se lee rápido. Fue más por trabajo por lo que no pude terminarla. Muchos dicen que hay novelas que uno no quiere terminar por ser tan buenas. En mi caso es raro que reaccione así. Una buena novela me obliga a aventar muchas cosas, pasarme estaciones de tren. Se que vendrá después otra novela buena.
Me atrae Murakami y tengo planeado comprar otra novela de él.
Sin embargo, por lo pronto tendré antes que llegarle a Ian McEwan y su novela Amsterdam.
"Hace tiempo, cuando se estreno Grupo Salvaje, de Sam Peckinpah, en la rueda de prensa una periodista alzó la mano y preguntó en tono inquisitivo: ¿Qué necesidad creen que hay de mostrar tanta sangre? Ernest Borgnine, uno de los actores, respondió con aire perplejo: Pero, señora, es que cuando te disparan, sangras. La película se filmó en plena época de Vietnam.
Me gusta esta frase. Posiblemente sea uno de los principios básicos de la realidad. Aceptar las cosas difíciles de desentrañar como cosas difíciles de desentrañar, aceptar el hecho de sangrar. Disparar y sangrar".
HARUKI MURAKAMI. SPUTNIK, MI AMOR.
miércoles, enero 24, 2007
el Rene at 7:50 p.m.
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