Tijuana está hecha para la destrucción a la hora de recibir tormentas.
Lo mismo pasa en La Paz... Se destruye a cada paso de ciclón y vuelve a iniciar su reconstrucción en medio de su particular calma.
Hace tiempo que no disfrutaba la lluvia. Y es que simplemente fue escuchar en el techo la lluvia, ver futbol en la televisión y dormir.
jueves, febrero 26, 2004
el Rene at 9:14 p.m.
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