Mala Prensa.

Llegue a la página por casualidad. Y comencé a revisar archivos. Es simplemente fascinante. Es el tipo de página que me gustaría tener a mi, si tuviera un poco más de tiempo. Se llama malaprensa y la escribe Josu Mezo.

Es un página dedicada a criticar la mala prensa. Así de simple. Contrario a lo que muchos piensan, ser periodista tiene mucho menos de emocionante de lo que se imaginan. Es una actividad, en la mayoría de los casos, donde tienes que trabajar con información sumamente aburrida. Los complots, maquinaciones y gargantas profundas son pocas. Sin embargo, los errores son muchos.

La mayoría de los errores se producen por falta de sentido común. Otra parte por prisas. Y una más por falta de interés en la nota. Muchas veces como periodistas pensamos que la nota importante es la declaración del gobernante en turno. Y otras notas "sociales" pasan a la bandeja del montón.

Somo flojos. Generalizo pero es obvio que hay excepciones. Somos flojos y cuando nos dan un boletín, un documento con cifras o un reporte, la mayoría de las veces no las cuestionamos. Ni siquiera verificamos. Me tocó leer muchas veces cifras de porcentajes donde el total daba más del 100 por ciento.

Estamos acostumbrado a lidiar con las declaraciones, pero no tanto con las cifras. Se puede justificar que trabajamos contra reloj, que si los editores, que si traemos en un mismo día 5 o 6 notas por redactar, la verdad es que se van errores. Como dije, menos relacionados con complots que con omisiones.

Esta página lo que hace es señalar esos errores. No hay un discurso político ni otra pretensión que resaltar los errores. Todo desde la visión del lector común.

Fuereños

En Estados Unidos, nadie es de donde está parado. Todos son fuereños y hay poca nostalgia por la tierra de origen.

Por un asunto de trabajo, requeríamos una información acerca del estado texano. La forma más fácil era preguntándole a algún texano. De 40 personas en la oficina, solamente tres eran de Texas.

Me llamó la atención el hecho y seguí haciendo preguntas. Un buen grupo de mis compañeros creen que en 10 años estarán viviendo en otra ciudad. No porque no les guste Texas y en particular la ciudad de Dallas. Es otra cosa, es una movilidad laboral que ven como lógica.

El fenómeno ya lo había visto en las películas y series de televisión gringas. Sobre todo en lo relacionado con los estudios. En México estamos acostumbrados a estudiar en las universidades que están cerca de nuestra casa. Poca gente deja su ciudad, por muy cerca que esté, a menos que se trate de un problema importante, como cuando algunos tijuanos se iban a estudiar psicología a Mexicali porque en Tijuana solamente estaba la opción del Cetys.

Acá no. Aquí muchos se van por el prestigio de la universidad. Si quieres estudiar Periodismo, por ejemplo, te vas a Carolina del Norte donde tiene un nivel importante. Lo mismo para estudiar Derecho o Medicina.

Me imagino que es bueno en todos los sentidos. Te vuelves independiente. conoces otros lugares. Aunque ese desapego a tu tierra, a tu origen, me sigue sonando crudo.

Trabalenguas suecos

1.. "La izquierda no es AMLO, la izquierda es una mentalidad". Luego entonces, por quien habremos de votar??

2. "Podemos votar en el extranjero gústele o no le guste a nuestro amigo de derechas, su apatía le apuesta al estatus quo". Yo no apuesto, de ese nivel es la apatía. Eso no lo puedes entender. El status quo significa lo mismo que la llegada de la izquierda o pseudoizquierda o protoizquierda, nada nuevo. Es algo que sabes bien y simplemente no lo reconoces. El sistema nadie lo quiere cambiar, solamente quieren ser parte de él.

3. Si pretendías mis lágrimas, lamento decirte que esas historias tristes me las se todas y la tuya es de las menos buenas. (Justicia para Cosme Damián, etc, etc, etc.) Lo más curioso, que no dices nada. Sí, tus historias tristes. Y luego?? Yo nunca defendí al PRI. Son iguales unos que otros, ese fue el planteamiento inicial. Tus complejos de cholo de la liber o de la zona norte son eso, complejos. El asunto es que vestirse de proletario y desgarrarse las vestiduras en estos momentos suena fuera de lugar...sobre todo para un comunista en París.

Repito lo de antes... si crees que la solución es AMLO, al menos dilo así y no le des vuelta a las cosas. Puede ser que sea el menos malo, pero al menos no lo niegues tres veces.

Te recuerdo lo primero que dije. Defiendo el derecho de no votar. La abstención electoral es un planteamiento.

Entre mi rock y tu rock...

No suelo comprar pleitos ajenos ni defender honores mancillados.
Pero en relación al voto y a mi postura al respecto he de meterme en discusiones de otros.

No pienso votar. No tengo la más remota intención de hacerlo. Tuve en mis manos la posibilidad y finalmente decidí que no valía la pena.

Hace un par de años, cuando Hank salió ganador de la alcaldía de Tijuana si voté. Fue más por recomendación y sana presión de un consejero electoral que por gusto. Mi voto obviamente fue anulado. En lugar de marcar con una X el partido de mi elección, puse un sencillo mensaje Voto Nulo. Jamás votará por el menos malo.

Finalmente el voto nulo y no votar es lo mismo.

No puedo recordar con exactitud si voté hace seis años. Recuerdo que en mi mente di muchas vueltas, hasta que finalmente decidí jugar a eso que llamaban el voto útil. De lo que no estoy seguro es si finalmente pude votar, porque como suele pasar con muchos reporteros, el trajín del día a veces hace imposible ir a tu casilla (más cuando mi casilla quedaba lejísimos por no haber hecho cambio de domicilio).

Pero recuerdo algo. Esa vez estuve a punto de integrarme a una campaña que surgió en algunos estados. Era una campaña para no votar. Para que la gente simplemente no se apareciera en las casillas.

Dice Julio Sueco que quien no vota es porque tiene corazón de derecha y que si hay que salir a votar y votar por la izquierda.

Hace mucho tiempo que no leía un argumento tan simple. Empezando porque no hay izquierda y lo que queda de ella es un asco. En segundo lugar, porque en la baraja de candidatos no hay alguno que pueda garantizar algo firme. Todo es promesa, todo es barullo.

Tener cinco opciones mediocres no es democracia. Impedir la llegada de candidatos externos no es democracia (y no lo digo ni por Castañeda ni por el doctor Simi). A lo mejor el problema es que la democracia no nos ha servido. Ante este planteamiento he tenido discusiones. Me dicen que cuál es la solución entonces. No la tengo, pero no tenerla y tener este tipo de democracia, me da lo mismo. Entonces sigo pensando que el no voto es en si una postura válida.

Dice el sueco que viva la izquierda. Si lo que quiere decir es que votemos por López Obrador, órale, que lo diga así y vea si lo puede defender. Que vea si puede defender la falta de transparencia que ha tenido como candidato y que tuvo durante su gobierno. Que vea si puede defender la serie de estúpidas promesas, como la de construir un tren bala de Tijuana al Distrito Federal. Que defienda ell trato hacia los medios de comunicación, su respeto a las leyes y veredictos de los distintos órganos de justicia.

Si lo que quiere decir el Sueco es que AMLO es el menos malo. Orale, lo acepto. Sólo que en mi caso de votar por el menos malo a no votar, prefiero lo segundo. Lo siento más digno.

*Me tocó vivir los gobierno panistas en Baja California. Se lo quue es la llegada de la derecha cerrada, moralista, hipócrita. A mi no me venden el rollo de que el PAN es el partido que se preocupa por "la persona humana". Los gobiernos humanistas son una burla. Viví de cerca algunos de los casos más simbólicos del humanismo panista, como el caso Paulina. Se lo que es la derecha y sus conservadores y créanme, no soy de esos.

Que no me venga el Sueco con que no votar es tener corazón de derecha. No votar es mi derecho a vomitar por la política actual mexicana. Y ese derecho, no me lo puede quitar cualquier pendejo que me diga que "si no votas, no te quejes".

Quejarse es el deporte mexicano. Es lo único que nos queda.


PD...Alguna vez escuche la frase. Se refería a Cortázar. No hay nada más cómodo que ser un comunista en París. Desconozco si la cita es exacta. Pero pienso que es correcta.

Palabras Dulces

Tantas veces he criticado algunas de las acciones y comporamientos de los gringos. Hábitos alimenticios, de costumbres, de carácter. Para mi sorpresa, hacia allá voy. Algunas de las cosas que he criticado ahora las ahoga, consciente o inconscientemente.

Empecemos por los hábitos alimenticios. Ya he mencionado mi cambio en la forma de comer, integrando ahora no solamente comida saludable, sino que busco cosas no tan dañinas, léase coca cola de dieta sin cafeína. Dónde me iba yo a imaginar eso. Siempre lo critiqué, siempre dije que aquel que tuviera que llegar a eso, mejor que no tomara coca cola. Pero no, aquí estoy dándole la vuelta y tomando ese tipo de soda.

Lo mismo sucede con los yogurts que ahora diariamente desayuno con grano. De dieta.

Hasta el momento no he caído en eso que llaman comida orgánica. Espero nunca llegar a eso. Pero mejor no lo digo mucho, no vaya siendo. Bien dice el dicho que hay que tener palabras dulces por si algún día tenemos que tragárnolas.

...

Después de un fin de semana de infierno, con temperaturas superiores a los 32 grados ahora la ciudad está nublada, con un riquísimo viento frío. La ciudad invita a caminarla, pero también a recorrerla en tren. Es algo que tengo pendiente. Quiero dedicar el tiempo de comida para subirme en el tren y recorrerla de punta a punta, conocer muchas de las partes que no he visitado.

El caparazón

Uno pensaría que está recubierto con una capa especial para no verse afectado de las historias sobre las que escribe. Perdón si hablo de mí como periodista. Me sigo sintiendo periodista y sigue siendo mi profesión, a pesar de que ahora me dedique a escribir comerciales.
Como decía, a los periodistas siempre se nos ha visto como insensibles y amarillistas. La verdad es que en parte es cierto, tenemos cierta barrera para no involucrarnos con las historias. Es algo natural y lógico, el sentimiento afecta la imparcialidad y la objetividad, además de que uno descubre que muchas historias son falsas.
Cuando uno reportea trae ese manto protector que pone distancia entre las historias.
Será porque hace mucho que no reporteo y porque no buscaba una historia por lo que lo que viví hoy me afectó tanto.
Me encontraba por un Walmart cuando nos encontramos a un hombre con dos niños. El mayor de ellos tenía la misma edad del pequeño Nemo, con la mirada triste. El otro, más chico, tendría a lo más nueve meses. Estaba en un portababebé dentro del carrito. Mi esposa lo vió y me dijo, fíjate como no deja de vernos, como se rie. Y en efecto, nos seguía con la mirada y lanzaba sonrisas una y otra vez. El que yo pensé que era el papá de los niños se nos quedó viendo, triste también. No son mios, dijo. Son de una amiga. Y después como que quiso dar más explicaciones. Ella está detenida, ya tiene varios días. La detuvieron porque no tiene papeles y mañana la van a deportar a Honduras. Nos dejó sorprendidos, sacados de onda. Después se nos quedó viendo y nos dijo, yo solamente los cuidos, no se que hacer. Después de eso siguió su camino. Me parece que no iba a comprar nada, solamente salió a caminar. No pidió dinero, no pidió consejo, simplemente quiso decirnos la historia de esos dos niños. Se fue y nosotros nos quedamos tristes. Hace dos horas de eso y sigo pensando en la historia.
Incluso ese caso nos llevó a preguntarnos si adoptaríamos a un niño así. (obviamente no es el caso exacto, porque posiblemente la madre finalmente intente reunirse con ellos) y los dos pensamos que si podría ser, aunque la burocracia se encarga muchas veces de desanimarte.



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Comida escolar.

Hay algunos políticos, no solamente en Baja Callifornia, sino en otras partes del país, que pretenden regular la alimentación que reciben los estudiantes en las escuelas. Bajo el ridículo término de Ley antichamoy, inventada por algun cursi editor, se pretende evitar que en las escuelas vendan comida chatarra.

Es raro, pero la alimentación en las escuelas ha cambiado de mi época a la fecha. Ahora todo está lleno de sopas maruchan. En la primaria, casi nunca comía en la tiendita porque tuve la suerte de vivir frente a la escuela y bastaba un grito durante el recreo para recibir sandwiches de huevo o burritos de frijoles y carne deshebrada. Sin embargo recuerdo que en la tiendita vendía burritos, sandwiches de jamon y obviamente papitas y dulces.
En la secundaria el menú mejoró. Soy egresado de la poli y quienes estudiaron ahí de seguro recuerdan las riquisimas flautas que vendían ahi. Además vendían burritos, y la demás comida chatarra. Muchos preferíamos las flautas antes de cualquier otra cosa. No recuerdo que vendieran sopas maruchan. Eso si, a la salida vendían de todo, elotes, tortas de el charro, de mike's, junto al hotel conquistador o las de mi ranchito.
Creer que controlando lo que se vende en una escuela lograran tener estudiantes flacos lo dudo, el problema viene de la familia y no se ve que estén trabajandoen ello.

Aunque es poco el tiempo que tengo para ver televisión entre semana, se ha vuelto una sana costumbre el ver un par de programas que jamás había visto y que representan para mi la meta del trabajo que quisiera hacer.
Sin duda son para mí los mejores programas que existen y los dos tienen el mismo tono. Por haceres del destino, el canal que comence a ver y que antes no tenía disponible es Comedy Central.
Ahí descubrí the Daily Show, conducido por Jon Stewart, quien recientemente fue el conductor de la entrega de los oscares. Se trata de un noticiero en todo el sentido de la palabra, pero con un tono cómico, llleno de sarcasmo y humor negro.
Es algo así como el noticiero de Saturday Nigth Live, pero de media hora y con las noticias del día.
Posteriormente inicia un programa de "análisis" llamado Colbert Report. Es un programa que también se enfoca a las noticias del día pero con un tono de fondo, entrevistas a escritores y políticos y secciones sumamente chistosas.
El tono del conductor, de nombre Colbert, es mas gracioso porque se hace pasar por un locutor conservador, imitando a O Reilly, de Fox News, con un tono acido y siempre fingiendo estar serio.

Vale la pena buscar en internet alguno de los videos del programa.

Bolaño, no debió de morir, ayy de morir...

Por recomendación de un compañero de trabajo y en parte por el buen sabor de boca que me había dejado el libro Llamadas Telefónicas, me dispuse a leer Los Detectives Salvajes, de Roberto Bolaño. Yo se que se le critica mucho, sobre todo por haberse muerto y crear con ello un cierto morbo.

En fin, que me puse a leerlo y conforme leía me emocionaba, me sacaba de onda, pero siempre en la atmósfera del placer de leerlo. Gracias a la novela pude regresar al ritmo de lectura que tuve hace tiempo, ocupando todos mis espacios libres. Conforme avanzaba en la lectura, también cuestionaba las críticas recibidas por la novela (lei por ahí señalamientos de Humphrey Bloggart). Todavía faltando 100 páginas seguía pensando en que era una maravilla...y zas.... que se le cae el final. La verdad se volvío aburrido y no puedo más que estar de acuerdo con la crítica sobre las descripciones de relleno sobre Sonora, llos latinismos llevados a la exageración y en general el desenlace de la historia.

La historia chafea al final, pero en lo general me gusto. Se me hace muy superior a muchos otros novelistas mexicanos que he leído. Y me gusto esa forma de narrar que me obligaba a buscar avanzar en la lectura una y otra vez.

viaje en tren....

No se si sea un asunto de costumbre o si simplemente el raro soy yo. Aunque por lo general suelo ir leyendo en el tren, hoy me dediqué más a fijarme en la gente que viaja en él. Me llamó la atención un hecho en particular, sobre todo porque es una costumbre contraria a la mia.

Desde hace mucho, sobre todo cuando mis viajes en avión por motivos de trabajo ffueeron constantes, siempre escogía el pasillo. La razón principal es que como tengo piernas largas, siempre es posible sacarlas un poco por el pasillo, además de que podía levantarme por mi mochila en cualquier momento o ir al baño (algo sumamente inusual en mi cuando voy en avión).

En el tren esta costumbre fue igual, siempre buscaba sentarme en la orilla. Incluso cuando hay asientos vacíos, procuro colocar la mochila en el asiento de la ventana mientras me acomodo en el pasillo. Sin embargo, para la mayoría de los viajantes, el "mejor lugar" es la ventana. No importa que a lo largo del trayecto no se asomen por ella, simplemente lo prefieren.

Durante los primeros viajes en tren y siendo Dallas una ciudad nueva para mi, solía mirar por la ventana a lo largo del camino. Ahora no, solamente cuando voy por alguna ruta nueva lo hago, además de que en las horas que suelo ir la mayor parte del tiempo son pocas opciones para sentarse.

Dumas

Lei una referencia de Daniel Salinas hacia un libro. Mejor dicho, hacia dos: Los tres mosqueteros y 20 años después. No me pude aguantar las ganas de hacer un comentario acerca de ellos.

Leer a Dumas fue algo determinante para mí. En mucho gracias a esas lecturas estudié literatura. Me perdí en esas páginas, en el Vizconde de Brsgelonne.

Lo que más me llamó la atención de los dos libros mencionados por Salinas es la forma en que se aborda el tema de la amistad. En el fondo de eso trata. Al leer se destaca el valor de la amistad, del compromiso y de la palabra.

Uno pensaría que es de las amistades que duran años, que nada divide.

Excepto la vida misma. Y de eso trata 20 años después. Del reencuentro de los cuatro mosqueteros y de como la vida los había colocado en posiciones distintas. No solamente distintas, sino enfrentadas.

Resolver eso y a la vez no traicionar los valores y el honor es el fondo de la segunda novela.

St Paul - Akard - West End - Union Station

El día de ayer la ciudad registró una temperatura de 93 grados. Lo más alto que se ha presentado en los últimos años. El record anterior era de 89 grados y fue en 1899. Pareciera que la ciudad se muestra agradable para mi, es una buena forma de darme la bienvenida.

Antes de llegar aquí me habían advertido de los inviernos crudos y del calor infernal. Parece que hemos superado una gran parte del invierno, esperemos que se mantenga. Del calor, que puedo decir, Mexicali me enseño varias veces lo que es el infierno, espero algo igual.

Pero en fin, el calor me obligó a algo ayer. Me sacó de mi oficina y me lanzó a caminar por las calles del centro de Dallas. No tenía otra intención que disfrutar de una caminata, luego de la comida. Me hubiera gustado sentarme en una de las bancas a leer. El calor no era sofocante, al contrario, había un pequeño viento que lo refrescaba.

Tenía mucho de no caminar así, por el simple placer de hacerlo. Me parece que las caminatas se podrían volver cotidianas. Por la mañana de hoy la sensación fue otra. Quisiera no tener que trabajar y poder sentarme en el tren y no dejar de leer. El tiempo pasa rápido cuando me pongó a leer en el tren. Me gusta el movimiento, el ambiente, todo.

Estoy acostumbrado a leer enclaustrado. De hecho desde el nacimiento del Pequeño Nemo mi rutina de lectura cambió. Estoy aprendiendo a leer en medio de todo. Alguna vez lo logré, espero volver a hacerlo.