Bolaño, no debió de morir, ayy de morir...
Por recomendación de un compañero de trabajo y en parte por el buen sabor de boca que me había dejado el libro Llamadas Telefónicas, me dispuse a leer Los Detectives Salvajes, de Roberto Bolaño. Yo se que se le critica mucho, sobre todo por haberse muerto y crear con ello un cierto morbo.
En fin, que me puse a leerlo y conforme leía me emocionaba, me sacaba de onda, pero siempre en la atmósfera del placer de leerlo. Gracias a la novela pude regresar al ritmo de lectura que tuve hace tiempo, ocupando todos mis espacios libres. Conforme avanzaba en la lectura, también cuestionaba las críticas recibidas por la novela (lei por ahí señalamientos de Humphrey Bloggart). Todavía faltando 100 páginas seguía pensando en que era una maravilla...y zas.... que se le cae el final. La verdad se volvío aburrido y no puedo más que estar de acuerdo con la crítica sobre las descripciones de relleno sobre Sonora, llos latinismos llevados a la exageración y en general el desenlace de la historia.
La historia chafea al final, pero en lo general me gusto. Se me hace muy superior a muchos otros novelistas mexicanos que he leído. Y me gusto esa forma de narrar que me obligaba a buscar avanzar en la lectura una y otra vez.
miércoles, marzo 08, 2006
el Rene at 12:43 p.m.
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