Palabras Dulces

Tantas veces he criticado algunas de las acciones y comporamientos de los gringos. Hábitos alimenticios, de costumbres, de carácter. Para mi sorpresa, hacia allá voy. Algunas de las cosas que he criticado ahora las ahoga, consciente o inconscientemente.

Empecemos por los hábitos alimenticios. Ya he mencionado mi cambio en la forma de comer, integrando ahora no solamente comida saludable, sino que busco cosas no tan dañinas, léase coca cola de dieta sin cafeína. Dónde me iba yo a imaginar eso. Siempre lo critiqué, siempre dije que aquel que tuviera que llegar a eso, mejor que no tomara coca cola. Pero no, aquí estoy dándole la vuelta y tomando ese tipo de soda.

Lo mismo sucede con los yogurts que ahora diariamente desayuno con grano. De dieta.

Hasta el momento no he caído en eso que llaman comida orgánica. Espero nunca llegar a eso. Pero mejor no lo digo mucho, no vaya siendo. Bien dice el dicho que hay que tener palabras dulces por si algún día tenemos que tragárnolas.

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Después de un fin de semana de infierno, con temperaturas superiores a los 32 grados ahora la ciudad está nublada, con un riquísimo viento frío. La ciudad invita a caminarla, pero también a recorrerla en tren. Es algo que tengo pendiente. Quiero dedicar el tiempo de comida para subirme en el tren y recorrerla de punta a punta, conocer muchas de las partes que no he visitado.