martes, octubre 26, 2004

Felicidad, casi suena a grosería

En la preparatoria recuerdo un ejercicio "rompehielos" que hacían. Más bien era un rollo de integración en Trabajo Social.
Te daban una cartulina y en ella tenías que poner una lista de tus problemas. Después de eso guardabas tu cartulina y se iniciaba una discusión sobre como te sentías, si eras feliz.
La mayoría se quejaba de tener demasiados problemas, de que la vida era injusta y que veía que los demás eran más felices que uno.
Tras la plática, colocabas tu cartulina y te dedicabas a leer la de los demás, buscando con cual de tus compañeros te gustaría cambiar tus problemas.
Lo curioso es que al final te dabas cuenta que los problemas tuyos ni son tan malos y al menos tienes una idea de como lidiarlos.

No se si sea un rollo generacional o simplemente el blog te da para eso, pero algo que me llamó la atención de la blogósfera son los altos niveles de optimismo. Lejos de las clásicas crisis existenciales existen numerosos blogs de gente feliz.

Ya lo dije antes, ver las fotos de Rafadro me parece curioso. Shinny Happy People always.

Lo mismo me sucede con Pedro Beas, quien difícilmente emite lamentos por esta vida y en cambio si menciona algo de las bondades que le da la vida. Contrario a Daniel Salinas o Angel Ruíz, he de decir que PGBeas es sumamente tacaño en algunas cosas, principalmente en dar detalles de las ciudades por las que pasa. Las menciona pero hasta ahí, como si fueran recuerdos confidenciales, esconde descripciones.

La felicidad está presente en Julio el sueco y su gusto por lo xicano, en el humor y sarcasmo de Chango 100 y en el monólogo a dos voces de Humphrey Blogart. Incluso en el discurso concientemente snob de Gutiérrez Vidal.

Recuerdo hace años, la "moda" eran las crisis existenciales. El lamento, la miseria humana como técnica IN.

Ahora todo parece más relajado No es extraño entonces que México aparezca como uno de los 12 países más felices en un estudio realizado en decenas de países.


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