viernes, agosto 27, 2004

Hoy voy a plagiarme a un par de editorialistas... sintetizan en mucho lo que pienso, en medio de la polémica de los juegos olímpicos. El primer comentario es de Catón y el segudo de Germán Dehesa.

Un nuevo mal amenaza ahora a México: el conformismo. Me preocupó la forma en que el País festejó la medalla de plata obtenida por Ana Guevara. Se paralizó la República para seguir en la tele la carrera; al día siguiente los periódicos publicaron a toda plana la fotografía de la atleta, y celebró su triunfo como si hubiese sido la máxima victoria.

Todos los comentaristas dijeron que esta medalla de plata era en verdad de oro. Recordé el cuentecillo de aquel tahúr de Las Vegas que murió súbitamente. En el panteón el orador fúnebre dijo con voz emocionada: "¡Nuestro amigo no está muerto! ¡Está dormido!". Se oyó una voz entre los asistentes: "Dos a uno a que está muerto". Pues bien: yo también voy dos a uno a que la medalla de Ana es de plata, no de oro.

Tan magros resultados hemos obtenido en los Juegos Olímpicos de Atenas que un segundo lugar nos parece primerísimo. Muy digna de encomio es la corredora sonorense, y muy meritorio su desempeño en esta competencia, pero celebrar con exceso su presea y sentir colmadas nuestras aspiraciones con un segundo sitio es en alguna forma aceptar que no podemos ya llegar a más, y resignarnos a eso. Debemos tener cuidado con ese conformismo, aunque esté hecho de plata, y seguir buscando el oro.


y ahora lo de Dehesa..

¡Que no corran a La Volpe!..y que tampoco corran a ninguno de los jugadores porque todos "le echaron ganas" e "hicieron su máximo esfuerzo" y todos están muy tristes por "haberle fallado al país y no haber traído la medalla que esa afición tan noble merece".

Que tampoco corran a ningún miembro de la Federación Mexicana de Futbol, pues todos pueden equivocarse, pero siempre lo hacen pensando en el bien de nuestro futbol y por ello buscan sin reposo la superación de sus organismos afiliados, la profesionalización de su personal y la estricta vigilancia de sus agremiados, que eventualmente, de no ser por esta vigilancia, podrían caer en la horrible tentación del lavado de dinero o de delitos todavía más nefandos.

A estos explicadores más que correrlos, lo que hay que hacer es inscribirlos en algún premio internacional de creatividad y uso imaginativo del lenguaje. Total, si pierden, nos darán una explicación maravillosa.Tampoco hay que correr a ningún preparador físico, a ningún cubetero, a ningún médico, a ningún árbitro, a ningún cargabalones, ni a ningún jardinero.

Todos "le echan ganas" y trabajan (cuando se presentan a trabajar) pensando en México y en la gloria que merece. Con respecto a la Selección Femenil, tampoco hay que correr a nadie. Una cosa es la falta de calidad y otra muy distinta es la falta de entrega. Nuestras chicas no tienen la menor calidad o competitividad internacional, pero de que se entregan, se entregan.

Les metieron ocho goles y ellas solamente anotaron uno. Lo curioso es que todo el mundo habla de ellas como de lo más decentito de nuestro futbol. Con tal motivo, dejen a todos y no muevan nada.

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