He de confesar que no entendí el coraje de Julio Sueco en torno a la discusión sobre la frotnera. No entendí tampoco la referencia que hace hacia mi.

Nuestro joven Rafa se acerca más y más a una posición cercana a la mia pero sólo le doy credito en algo que pasa desapercibido y no sé si porque le faltaron huevos o porque simplemente, como Burgues, no se se acerca más a la sociedad Tijuanense.

Eso dice Don Julio y yo la verdad no entendí esa referencia a la falta de acercamiento.

Sirve la presente para comentar algo respecto a la discusión del rollo de Tijuana Tercera Nación.

En mucho definir es delimitar. Hablando de cultura, de sociedades o de lenguaje, esa delimitación será siempre obsoleta, ante lo cambiante que puede ser.

Se puede pensar en una identidad base del residente de la frontera. Pero el primer error, y eso lo veo de manera constante con mis editores, es que se piense que la frontera es una sola..y que los de Juárez, Tamaulipas, Coahuila, Nogales y Mexicali son iguales.

Existirán obviamente temas en común, como puede ser una distinta forma de ver a os gringos, en comparación con el centro del país. Sin embargo no creo en esa versión de que somo más mexicanos por el hecho de estar aquí.

Esa idea de patria me da gueva. Una falsa percepción. Pero además, en mi caso, no existe la necesidad de fijar una postura de dónde estoy parado. No me importa ser fronterizo, pero no me identifico con ello.

Me llama la atención quienes se llaman así mismos chicanos, porque también me parece una falsa definición, demasiado vaga y demasiado pobre.

Es más, todavía más hipócrita que el nacionalismo mexicano. Es un patriotismo a modo...

Volviendo al asunto del Tijuana, Tercera Nación. Me parece que una visión académica siempre busca definir una falsa realidad para justificar un estudio. En la vida diaria a nadie le importa.