Existe un excelente poema de Borges, incluído me parece en el mejor de sus libros de poesía llamado Los Conjurados donde habla de la valoración del ahora.

Nostalgia del presente

En aquel preciso momento el hombre se dijo:
qué no daría por la dicha
de estar a tu lado en Islandia
bajo el gran día inmóvil
y de compartir el ahora
como se comparte la música
o el sabor de una fruta.
En aquel momento
el hombre estaba junto a ella en Islandia.


La cuestión es que así me pasa a veces. Se genera en mi una sensación de extrañar lo que en ese momento estoy viviendo. No es que no lo disfrute, simplemente al momento de disfrutarlo pasa a otra etapa.
Me sucede a menudo con el pequeño Nemo. Lo veo caminar y quisiera poder disfrutarlo más, disfrutas cuando empieza a aprender a hablar, y sucede que en ese momento está aprendiendo a hablar.
La idea del tiempo cambió desde el momento en que él nació. Ya he dicho antes que al nacer me nació una extraña sensación de miedo a morirme. Lo mismo me sucede cuando pienso en su crecimiento.
Tengo miedo a no poder disfrutarlo, pero cuando pudiera hacerlo sigo pensando en lo mismo.