Larsen solamente quería tener el prostíbulo perfecto. Esa era su aspiración en la vida. Un objetivo así de simple me gustaría tener para no complicarme mi existencia.
Desgraciadamente en mi caso se cruzan muchos cables. En el fondo la felicidad la alcanzaría de una manera sencilla, sin embargo el ritmo de vida te va comiendo.
Hubo un tiempo en que podía sentirme en el limbo entre mi pasada vida de estudiante y mi vida en el mundo real.
Ya no.
El tener un hijo, pagar una casa, un carro, comprar un seguro de vida. Pensar en arreglar la tubería, modificaciones estructurales al exterior de la casa.
La vida era más sencilla cuando la mayor complicación era decidir a que bar de mala muerte podía ir. Mi vida dejó de tener el toque expermiental.
No extraño eso. Lo que si me molesta es tener un tono de madurez, de "experiencia adulta" que de pronto me hace decir..y estos gueyes cuando van a madurar.
martes, abril 13, 2004
el Rene at 2:26 p.m.
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