A qué le tiras cuando sueñas mexicano.

Si como dice la canción de chava Flores, los mexicanos deseamos ganar la lotería con un millón, entonces soy bien mexicano.

Voy al casino, al galgódromo, compro Lotto, Melate y hasta boletos de rifa. Todo con la ilusión de ganarme dinero.

No se trata de ganar un poco y disfrutarlo. Ni madres, es con la ilusa pretención de tener el suficiente dinero para no volver a trabajar.

Hay quienes dicen que si ganaran dinero abrirían un negocio, seguirían trabajando pero viviendo más y sufriendo menos.

Yo no. Si gano dinero me retiro del espectáculo. Tomo mis maletas y emprendo camino. A conocer el mundo, cada uno de sus rincones. A comprar una casa o dos o tres y usarlas como aeropuerto por algunos días.

No creo que extrañara mucho trabajar. Quizás leería más, vería más películas. Vería más partidos de futbol en vivo.

En el fondo estoy convencido que el punto ideal del hombre no incluye el trabajo. En estos momentos no odio mi trabajo, incluso lo disfruto. La adrenalina, cierta emoción que permanece. Pero disfrutaría más estar en estos momentos recorriendo Buenos Aires, Chile, Brasil o las calles de Praga.

Sin embargo, no puedo tomar vacaciones. No las disfruto igual. Si permanezco en la ciudad los hechos me mantienen atados. Simplemente no disfruto de estar en una ciudad en la que trabajo. Puedo terminar de trabajar temprano un día e ir al cine, al boliche o a ver el mar.

Pero unas vacaciones en casa son fatales. Muy diferente sería agarrar camino, así sea a Ensenada o San Felipe y descansar.

En fin... se acercan las vacaciones y yo sufro. Si al menos salen mis números premiados este sábado.