De niño solía escribir muchas cartas, principalmente con primas lejanas con las que mantenía comunicación de esa forma. Con el tiempo dejé de hacerlo.
Obviamente ahora el mail y los mensajeros han sustitutido la experiencia de mandar una carta de manera formal.
Por extrañas razones de cuando en cuando mando porstales de los lugares que visito. Siempre son postales enviadas a compañeras de trabajo que me las piden. Y siempre me complico la existenciapensando en alguna dedicatoria, algún mensaje que poner en las postales.
Qué se puede decir en una postal. No se. Prefiero contar mis experiencias de vivavoz. Además, las postales siempre mienten. Proyectan escenarios distintos a los reales, para bien o para mal.
viernes, mayo 21, 2004
el Rene at 10:21 p.m.
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