RADIO SONG
Tengo un gusto particular por los programas radiofónicos. Con mucho disfruto más de un buen programa de radio, ya sea de noticias, deportivo o de opinión.
Generalmente al ir manejando me acompaña algún programa de radio. Entre aquellos que escucho con mayor gusto, que no frecuencia, es uno de asesorías jurídicas, otro de psicología y uno de economía.
Pocas veces estoy de acuerdo con las opiniones que vierten David Páramo y otros economistas en el programa, sin embargo la manera de analizar, el cuidado que tienen para obtener todos los datos necesarios, refleja un trabajo profesional.
Mis conocimientos diarios sobre economía se los debo a ellos, al igual que a Carlos Mota en su columna de Milenio.
De la misma forma, los comentarios sobre deportes los disfruto más en un radio, aunque generalmente son a un horario donde yo estoy frente a mi computadora.
Existe una parte nefasta del radio y se da sobre todo en Tijuana con las radio tribunas. Lejos de ser un escaparate de opinión ciudadana, se trata de un sistema para que los partidos movilicen a su gente de confianza y provoquen una falsa impresión. Las estaciones están definidas claramente en torno a un partido, lo que le resta imparcialidad.
A diferencia del DF, aquí la radio hablada está limitada al AM, ya que el FM es solamente música.