Night and Day
Hay quienes disfrutan de la noche. Como si se tratara de modernos vampiros, la vida empieza para ellos apenas y se esconde el sol.
Yo soy todo lo contrario. Soy un hijo del día.
Durante gran parte de mi adolescencia, me generaba malestar el no aguantar despierto más allá de la medianoche. Era para mi un martirio el asistir a una fiesta, sabiendo que entrada la noche comenzaba el sueño.
Posteriormente entre en la etapa del insomnio. Largas noches en que el sueño se ausentaba. Época donde nació mi gusto por la lectura y mi gastritis. Fue ahí cuando me entró la locura de meterme a bañar a las cuatro de la mañana.
El mantenerme despierto a altas horas de la noche no representó, pues, un problema. Sin embargo disfruto mucho más del día para todo tipo de actividades.
El whisky se toma mejor en una tarde. La cerveza y el ron se disfruta mucho con el primer partido de la jornada sabatina de futbol, acompañado de una buena botana.
Obviamente un concierto de rock a pleno día no será lo mismo, pero hace tanto tiempo que no voy a un concierto que no tiene ya importancia.
jueves, mayo 13, 2004
el Rene at 2:27 p.m.
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