Pensaba en escribir acerca del vicio del juego, de laruleta y de todo lo que rodea Las Vegas. Fue un buen viaje.
Sin embargo regreso y de pronto estoy desvelado, sentado por horas en una incomoda silla, mientras el pequeño Nemo duerme en la cama 4 del área de pediatría con un suero conectado a la vena.
Maldición. No hay nada más desesperante que eso. Que en ver la respiración del pequeño sin poder hacer nada.
lunes, mayo 10, 2004
el Rene at 3:32 a.m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 y tú que piensas?:
Publicar un comentario