DE PRÍNCIPES Y REYES
Reviso los periódicos y en todos la misma historia. Que si Letizia esto, que si lo otro.

Me parece una mentada de madre y una idiotez el culto que todavía se le rinde a la realeza. Me imagino del gusto que debe darle a una familia de Oaxaca, Chiapas o Morelos, que no tiene trabajo fijo, se mantiene tragando comida chatarra y frijoles, de saber que en España va a haber una nueva princesa.

De donde demonios nace el interés por conocer los movimientos de la realeza. Tan jodidos estamos que se requiere de esas historias para sentirse ilusionado en la vida. No dudo en la emoción de cientos de viejas, treintañeras, medio quedadas (no todas, pues) emocionadas porque el principe se fijó en una plebeya y desafió los estándares y el protocolo por amor.