El activismo me da nausea

No se si es por un anarquismo mínimo, por amargura o por guevón, pero estoy en contra del activismo. Me enfada, lo mismo el activismo social, feminista, ecológico. Soy un animal solitario. Prefiero siempre una cerveza solo en mi casa que en un bar repleto de gente.
Me parece repulsivo el activismo cultural, los proyectos pseudovanguardistas como el arte instalación. Antes mencioné que la gente que pedía becas me parecia inteligente. Se vale ser cínico con eso y aceptar que se es un vividor. Ya si te la crees que eres el artista recibiendo un justo apoyo a tu trabajo es patético.
No me gustan las vanguardias. Soy además de un animal solitario, un animal de viejas costumbres.

En ese contexto leo La Rambla Paralela de Fernando Vallejo.

Sería muy simple decir que me gustó. Digamos que me atrapó, me generó una cierta nausea. Su discurso es extremo. Odios, desprecios, resignación e indiferencia. Cómo un libro así puede gustar, quizás por la coherencia.

Alfinalizar, comencé a leer a Onetti y me dio tristeza. El representaba un pensamiento oscuro, depresivo, pero junto a Vallejo es un optimista. Tengo aquí El Desbarrancadero, pero quizás me de un tiempo antes de leerlo, quizás decida leer otra cosa totalmente distintas para disfrutarlo.