Hay quienes viajan para huir. Buscando dejar atrás una historia, agarran sus maletas y salen hacia otro lugar, el que sea. Siempre me ha llamado la atención quienes huyen de esa forma. Hay quienes huyen por otras razones, obligados por las circunstancias. El destierro me llama poderosamente la atención.
La poesía se ha ocupado da manejar este tema con mucha amplitud. yo me quedo con el poema de Cavafis respecto a las intenciones de huir. En el caso del destierro, me quedo con Pedro Garfias, con Cernuda.
Contigo solo estaba,
en ti sola creyendo;
pensar tu nombre ahora
envenena mis sueños.
Amargos son los días
de la vida, viviendo
sólo una larga espera
a fuerza de recuerdos.
Un día, tú ya libre
de la mentira de ellos,
me buscarás. Entonces
¿qué ha de decir un muerto?
Luis Cernuda
Un Español Habla de su Tierra
Existe en muchos ellos el deseo de volver. Murieron pensando en volver. Me imagino que en un momento tu "tierra" puede dejar de ser tuya. Lo mismo pasa con los recuerdos.
De pronto todo un pasado, una ciudad, una casa, dejó de tener sentido para mí. Queda familia, pero nada es igual.
Mi abuela murió de la mejor manera que pudiera pensarse. Murió con plena conciencia de que le quedaban pocos minutos y decidió despedirse con toda calma.
Al perderla a ella pierdo una gran parte de mi familia. Siento que se rompe un lazo y aunque quedan tíos, primos, lo siento tan lejano. Ella era la única razón para viajar hacia el centro.
martes, marzo 30, 2004
el Rene at 9:52 p.m.
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